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¡Bendecido y abandonado!
Les cocina, lava, plancha y cuando puede ayuda a sus tres hijos escolarizados con sus tareas. Su alegría no es completa porque su esposa se fue del hogar. Se siente recompensado por Dios.
Lo que más ha tenido Jorge Cabeza en su vida son sorpresas. Hace 15 días fue abandonado por su esposa (de quien se reserva el nombre), después de 10 años de matrimonio y un hogar conformado por siete hijos, cuyas edades fluctúan entre 10 años y 8 meses de edad.
Pese a tener 71% de discapacidad visual (a los 12 años le cayó una piedra en el ojo derecho), los oficios de la casa no se le complican ni son nuevos para él, pues siempre ha ayudado con los quehaceres, solo que ahora tiene que multiplicarse.
Sin embargo, revela que cuenta con la ayuda de su hijo mayor, Jorge Josué, quien a sus 10 años lava, barre y cocina. El niño es tímido, pero ‘espeso’. Dice que su padre es un superhéroe, que admira todo lo que hace por ellos. Si no consigue trabajos como electricista, sale a vender agua o caramelos, también arregla impresoras. Pero nunca les ha faltado alimento.
Jorge se levanta en las madrugadas para alimentar a Samuel Nehemías, de 8 meses, quien desde que se fue su madre pasó del seno a la leche de fórmula.
Con alegría y orgullo, Jorge reconoce que diariamente celebra el Día del Padre con sus ‘siete bendiciones’, como llama cariñosamente a Jorge(10 años), Nataly (9), Jesús (8), Milca (6), Ana (4), Evelyn (3) y Samuel (8 meses), su gran consuelo. Los dos mayores son quienes lo han visto llorando, pero siempre lo abrazan y le dicen “papi, tranquilo, mi mami va a venir”. Afirma que eso le parte más el corazón, pero sigue adelante por sus niños.
No guarda rencor
Al preguntarle la razón del abandono, Jorge guarda silencio, luego responde: “El Señor sabe por qué pasan las cosas. Lo que sí puedo decir es que le deseo lo mejor, la bendigo donde quiera que esté, que sea feliz. Sus hijos estarán aquí, puede venir a visitarlos. No le guardo rencor”.
No esconde que aún la ama, “pero hay cosas que llegan a un límite y hay que ponerle un alto a la situación”.
Su regalo sorpresa
Él es de los que piensa que Dios puede transformar todo lo negativo en positivo, y su vida lo demuestra.
Por el Día del Padre, la Municipalidad de Guayaquil y la constructora Ambiensa convirtieron a Jorge en el primer beneficiario del proyecto habitacional ‘Victoria de Dios’, que otorga viviendas a familias que viven en extrema pobreza.
Las residencias están ubicadas en la cooperativa Trinidad de Dios, en Monte Sinaí. La extensión del terreno es de 50 metros cuadrados. Aluminio, vidrio, cerámica, madera, entre otros materiales, serán empleados en la construcción de su casa, la cual empezará la próxima semana y en 60 días laborables culminará la obra.
Contará con cinco ambientes: sala, comedor, cocina, baño, dos dormitorios y un patio con lavandería.
Actualmente la familia Cabeza vive en una casa prestada, en el recinto Nueva Esperanza (kilómetro 20 de la vía a la costa). Solo tiene que pagar el consumo del agua y la luz, que por lo general son 12 dólares; con sus ‘cachuelos’ logra reunir ese dinero
Los sueños de Jorge ya habitan en su nueva vivienda, por eso dice que lo que más va a extrañar es a sus vecinos, pues algunos le dan un ‘ojito’ a sus niños cuando él sale a buscar trabajo o le ayudan para la ‘papa’.
“Jamás me imaginé una casa propia y aunque no esté a mi lado mi compañera, soy agradecido con Dios y Él les recompensará todo lo que están haciendo por nosotros”, expresa emocionado, aunque le falte la otra mitad de su felicidad.
No todos estudian
De sus siete hijos solo los tres mayores están escolarizados. Su economía no le permite cubrir el gasto de todos. Con un solo celular estudian todos.
Datos
- Jorge y sus hijos son una de las 70 familias favorecidas por este plan de vivienda.
-La constructora al enterarse del oficio de Jorge, ofreció contratarlo para labores eléctricas.
- Su discapacidad no ha sido impedimento para que él trabaje y haga deporte. En los escasos tiempos libres juega indor.