Así como el presunto delincuente les habría atado con cables las manos y los pies a los hermanos Villalba, así fue amarrado el sujeto cuando lo capturaron los moradores de la Lucha de los Pobres, en el sur de la ciudad.

La mañana del pasado miércoles Antony y William Villalba limpiaban su negocio de venta de celulares y recordaron que, a las 09:30, tres sujetos ingresaron para comprar una tarjeta de memoria.

Sin embargo, antes de que les ofrecieran el producto, uno de los individuos fue a donde William y lo amenazó con una pistola.

Luego otro de los pillos cerró la puerta del local, mientras el tercero intentaba atar con cinta adhesiva a su hermano menor.

Al ver que no era resistente, los ladrones rompieron los cables de los teclados y los amarraron con eso. Después se robaron una laptop, varios celulares y otros artefactos electrónicos.

Segundos después, William logró desatarse y corrió hasta la alarma de un vecino y la activó. Luego pidió ayuda a los moradores del sector y salieron en búsqueda de los bandidos. A uno lo capturaron en la avenida Maldonado, pero sus dos compinches escaparon.

Los afectados llevaron al sospechoso afuera de su local para darle un escarmiento. Puñetes, patadas y golpes de palo ‘llovían’ en contra del individuo que, según vecinos, era buscado en la zona porque, al parecer, había robado a otros dos locales de la misma forma.

La golpiza duró más de media hora y fue registrada en algunos videos que luego se volvieron virales en las redes sociales. En la secuencia se puede ver cómo agreden al hombre y lo arrastran por varias cuadras hasta amarrarlo a un poste.

Marcelo Muñoz contó que los moradores, indignados por el atraco, querían quemarlo vivo. “Fui a buscar un galón con gasolina, pero luego le vi y me dio pena”, dijo.

Los hermanos Villalba comentaron que gracias a la ayuda del vecindario lograron recuperar parte de lo robado.

Los policías llegaron una hora después y llevaron al sospechoso hasta la Unidad de Flagrancia. Según las primeras indagaciones, el detenido tendría una compañera de nacionalidad colombiana, quien ubica los domicilios o negocios que podrían ser atracados, en el sur de Quito.

Otro presunto pillo fue golpeado

A veinte minutos de ahí, en Guajaló, miembros policiales se encontraron con un joven, de 24 años, quien tenía la cara ensangrentada. 

Según los denunciantes, el hombre habría robado a varios transeúntes y supuestamente le cortó la mano a una señora a la que le quiso arranchar el celular. Por esa razón lo habían golpeado y capturado.