Dos de las cuatro personas aprehendidas el pasado miércoles 18 de septiembre en el cementerio Jardines de Esperanza, en Guayaquil, por disparar al aire durante un sepelio fueron puestas a disposición de las autoridades judiciales.

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Se conoció que el fiscal no presentó cargos formales en contra de esos ciudadanos; sin embargo, se abrió una investigación previa por el delito de porte ilegal de armas. “Contaban con documentos que les autorizaban su tenencia”, aseguró una fuente.

El coronel Henry Ponce, jefe del distrito Florida, explicó que los detenidos justificaron el uso de las armas argumentando que trabajan para una empresa de seguridad. 

“Pero eso no justifica la acción que cometieron. Pudo haber habido víctimas. Las tres personas tenían permiso para portar armas. Estos documentos serán enviados a las unidades de seguridad de la empresa para que evalúen el mal uso de las armas y verifiquen a quiénes se les han otorgado los permisos", señaló el oficial.

La Policía recibió una alerta a través del ECCU 991, informando que ciudadanos vestidos con jeans y camisetas negras estaban realizando disparos al aire. Ante este aviso, se acercó al lugar el agente Rivas.

En la intervención, se encontró en poder de Bryan Steven Ramos Caicedo un arma de fuego tipo pistola que tenía escondida en su cintura. También se identificó al señor Christopher Rosselvett Terán Bohórquez, quien cuenta con antecedentes por porte de armas, robo, tentativa de asesinato, homicidio y asociación ilícita. Este último también tenía un arma de fuego en su posesión, indica el parte policial al que este Diario tuvo acceso.

Se solicitó a ambos si poseían alguna documentación que justificara el porte de dichas armas. Ambos presentaron permisos y una credencial que acreditaba que trabajaban para una empresa de seguridad.