Exclusivo
Actualidad
El último ‘baile’ del acusado de asesinar a bebé de 7 meses
Un presunto sicario fue clave para dar con la supuesta mentalizadora del crimen de una bebé, en Ibarra, Imbabura. Son cuatro personas involucradas en este caso.
La mente maestra detrás del crimen de una bebé, de 7 meses, sería Alisson González. La llaman Majo. Y habría planificado el asesinato con el padre de la niña, el policía Andrés López. Pero ellos no lo ejecutaron. Supuestamente contrataron a dos presuntos sicarios, Ufredo Barros y José Luis Lemos, para consumarlo.
El 20 de abril de 2022, a las 11:45, la menor de edad fue baleada en los brazos de su madre, en Ibarra, Imbabura. Horas más tarde, la policía capturó a Barros, Lemos y López. De Majo entonces ni se sospechaba.
Pero uno de ellos la delató. Fue Barros. Y EXTRA accedió al testimonio anticipado de este bailarín, de 35 años, cuya confesión hizo que la policía apuntara a la supuesta autora intelectual: “La Majo preguntó si ya íbamos a hacer la vuelta”. El 12 de junio, ella fue arrestada. Y él detalló –en primera persona– cómo se fraguó el sicariato de la bebé.
“Yo tengo una academia de baile, en Naranjito (Guayas). A Majo le hice una coreografía en 2018, desde ese año nos hicimos amigos. Salimos unas tres veces y nos presentó al chico policía. Luego, ellos desaparecieron”.
La madre de la bebé se llama Kátherine, de 24 años. Ella y Andrés López se conocieron en 2020 y tuvieron una relación que duró pocos meses. Al enterarse de que estaba embarazada, él se alejó y formalizó su relación con Alisson González.
“Hace no mucho me escribió para pedirme que le enseñara a bailar para TikTok. Ella fue a la academia y me preguntó si conocía a alguien que matara personas. Le dije que había un señor que tiene a su hija en mi academia.
Le di su número a Majo, ella lo llamó y le entregó 200 dólares. Pero este señor se fue con la plata y Majo me amenazó por lo que pasó: ‘No sabes con quién te estás metiendo, esto se salió de control y tienes que hacerte cargo’. Yo acepté”.
La madre de la infante explicó que Majo empezó a hostigarla desde que colocó el juicio de alimentos en contra de López en octubre de 2021.
“Busqué a otras personas y encontré a un amigo. Él me contó que tenía a alguien y que para hacer la ‘vuelta’ estarían dos personas. Le dije eso a Majo y, además, que necesitaban 200 dólares para moverse.
Ella me dio el dinero para entregarles. Quedamos en que iríamos (a Ibarra) el sábado (16 de abril). Entonces yo llamé al chico (José Luis Lemos), a las 04:00, y solo vino él. Le pregunté por qué no trajo a la otra persona y solo respondió que él iba a ver”.
Uno de los abogados de Kátherine detalló que el asesinato se había planificado, al menos, con un mes de antelación. El sicariato tendría un costo de 3.500 dólares. La orden era asesinar a madre e hija. “Llegamos a Ibarra a las ocho y media de la noche. Le llamé a Majo para decirle que ya estábamos acá y luego me escribió el policía para decirme que me mandaría la información.
Nos hospedamos en un hotel. El domingo (17 de abril) nos despertamos a eso de las nueve o diez de la mañana. Nos mandaron fotos de una gasolinera porque cerca de ahí vivía la chica (madre de la bebé). Fuimos hasta allá (barrio La Florida) y llegamos a la casa de la chica. La Majo preguntó si ya íbamos a hacer la ‘vuelta’ y le contesté que no, porque solo vino uno de ellos”.
Aquel domingo, López llamó a Kátherine para decirle que quería conocer a la bebé. Pero luego cambiaron de fecha para encontrarse. La mujer se extrañó porque el policía nunca quiso saber de su hija.
“Majo se molestó mucho porque no se hizo nada. Yo le pedí que tomara las cosas con calma. Después de eso, viajamos a Durán a las ocho de la noche y llegamos al siguiente día (18 de abril). Yo me fui para mi casa (Naranjito).
Majo me llamó a reclamar porque no se hizo la ‘vuelta’. Yo no le puse asunto. Pero el martes (19 de abril), en la mañana, unos tipos me cogieron afuera de la casa de mi abuela. Me amenazaron porque no hicimos ‘eso’ y dijeron que sabían que yo tenía hijos.
Entonces decidimos viajar con el chico (Lemos) durante la noche. Llegamos el miércoles (20 de abril), a eso de las ocho y media de la mañana. Nos pidieron que fuéramos a un chongo y llegó él (Andrés López) en una camioneta con una moto. Le dije que no metieran a mis hijos en esto. Y él dijo que estemos tranquilos, que todo está bajo control.
Yo le mencioné que no sabía disparar y le dio la pistola al otro chico (Lemos). Dijo que era un arma semiautomática y que disparaba tres tiros. A mí, en cambio, me hicieron prender la moto y fuimos hasta un puente.
Nos llamó desde el taxi (el policía) y señaló a la chica que estaba en una esquina con la bebé. Al frente estaban unos señores, por lo que, a la primera vuelta, no lo hicimos”.
López pidió a Kátherine que saliera de su casa para ver a la bebé, el 20 de abril. Él estaba en un taxi guiando a los sicarios por el barrio La Floresta. Pero jamás se bajó del vehículo porque sabía que se cometería el crimen. La joven vio a su ex y a los sicarios, pero no sospechó lo que pasaría.
“En la segunda vuelta, él se bajó y dio un tiro. La chica se cayó y me puse nervioso. Le grité que se subiera a la moto y cuando fuimos a vernos con él (López), no nos había esperado como dijo. No sabíamos qué hacer y fuimos a una laguna.
Nos metimos por ahí, dejé la moto y empezamos a correr. Le llamé a Majo para contarle que el marido (López) no contestaba y ella dijo que se contactaría con él. Empezó a llegar mucha gente. Había un helicóptero y un dron. En ese momento, Luis me dijo que saliéramos. Él lo hizo y al rato me agarraron a mí también”.
La gente de La Floresta estuvo a punto a linchar a los sujetos. Al tiempo, la policía organizó un operativo y atrapó al papá de la menor de edad. Dos meses más tarde, Majo fue detenida en una casa de Milagro, en Guayas.
“Yo sí sabía el ‘trabajo’ que íbamos a hacer, pero nunca lo he hecho antes. Majo y el policía me amenazaron. Cuando íbamos en la moto, yo le pregunté a Luis si estaba seguro de lo que íbamos a hacer y él solo me dijo: ‘Si de por medio está la vida de tus hijos, pues ya nada. Yo sí sé disparar’”.
La saña de un asesino contra un niño
Franklin Tinajero, psicólogo forense, explicó que cuando una persona tiene mayor predisposición para planificar un crimen contra un menor de edad es porque tiene una evidente falta de control de sus impulsos y emociones.
“Otro factor que se debe tomar en cuenta es el entorno social en el que vivían estas personas (Majo y su pareja)”. Según Tinajero, posiblemente ambos no quisieron que saliera a la luz la existencia de la niña.
Y hay ocasiones en las que este contexto genera una crisis, lo que incluso puede llevar a las personas a tener lapsos de locura. Por ese pueden planificar hasta un crimen.
Cómo va el proceso legal
Actualmente, los cuatro implicados se encuentran con prisión preventiva. El delito que se les imputa es sicariato y los primeros en ser procesados fueron Andrés López, Ufredo Barros y José Luis Lemos.
Una vez que se detuvo a Alisson González, las autoridades pudieron convocar a una audiencia preparatoria de juicio, para el 14 de junio;sin embargo, por el paro nacional, esta se difirió para el 23 de junio.