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Tras la pandemia del coronavirus, predecir el comportamiento del consumidor es riesgoso.Cortesía

Coronavirus: ¡Es difícil predecir la conducta del consumidor cuando no hay plata!

El pánico al contagio y la incertidumbre marcan las decisiones de compra de una sociedad que vive en función de cómo afecta la pandemia a sus ingresos

El coronavirus y el 'paniqueo' han borrado de un plumazo todas las previsiones sobre el comportamiento del consumidor de este año. Por el confinamiento, se cambiaron algunos hábitos, trasladando el 'camello' y las actividades cotidianas a 'caleta' y, ahora, dependemos del comercio electrónico. 

Los patrones de compra que despegan con el confinamiento y el fin de la cuarentena también son nuevos: hay más miedo, menos dinero y más incertidumbre por lo que se avecina en el futuro. A esto se unen la aparición de posibles rebrotes y de que estalle una segunda ola de contagios. Todos estos factores confirman que los meses venideros serán, probablemente, los más complejos para predecir cómo serán nuestros gastos.

Desde este escenario, Gianpaulo del Cioppo, ingeniero en Comercio y Finanzas, ve al 2020 como un año difícil para realizar proyecciones de futuro. Las formas de compra, según del Cioppo, están determinadas por cinco elementos: teletrabajo, el cierre de algunos hoteles, la caída del turismo, transportación, y el desplome de la confianza, lo que establecerá cómo y dónde se gastará.

El consumidor que queda es tímido, con un cierto miedo por no estar clara la situación, los rebrotes, el temor a perder el trabajo o el impacto en la economíaGianpaulo del Cioppo, ingeniero en Comercio y Finanzas

"No debemos permitir que el consumidor retenga el gasto. Esto se ha dado porque no existe confianza en los productos que se necesitan. Hay que darle valor e innovar en lo relevante para el cliente en estos momentos", comenta a EXTRA.

Además, la austeridad se ha instalado entre los ecuatorianos -en parte- por obligación ante el cierre de los comercios (por no tener suficiente dinero para seguir operando) y la prohibición de desplazarse (a ciudades con distinta semaforización), pero también por la incertidumbre derivada de la crisis económica que ha estallado por el temible mal de Wuhan

Durante los meses de confinamiento, el gasto ha retrocedido y a la vez, ha aumentado el ahorro de las familias. A juicio de del Cioppo, se le hace "casi imposible" pensar que hayan conseguido ahorrar durante estas semanas debido al menor gasto. "Pero a menor escala, sí se ha podido ahorrar", afirma.

Durante la pandemia, no existen horas 'pico'.Agencias

En ocasiones cuando hay un desequilibrio económico -como el de ahora- lo que hace la gente es ahorrar dinero y gastar lo menos posible. Por eso me atrevo a decir que la pandemia ha hecho que la gente pueda tener un 'colchon bank'

El experto en Marketing y profesor universitario de la Universidad de Guayaquil, Víctor Hugo del Pozo,  explica que esta tendencia a ahorrar es un patrón que se repite en toda crisis que aparece. 

"Esta propensión al ahorro, la mayor selectividad en las compras y la búsqueda de una mayor seguridad económica es consustancial a toda crisis y va a tener evidentemente un impacto a corto plazo en la demanda interna y con ello en la evolución del PIB", interpreta del Pozo.

La relación entre calidad y precio será el principal factor de decisión de compra de los consumidores, seguido de la seguridad y la confianza en la marca

El 'terremoto' que ha supuesto el escalofriante virus en el mercado laboral propiciará además una polarización del consumo y de los perfiles. "Habrá dos grandes tipos de consumidores: los impactados por la crisis en su economía y los que no han sufrido impacto alguno y podrían mantener su consumo en niveles anteriores; es decir, los 'acomodados'", señala del Pozo a EXTRA.

Según seamos capaces de acercarnos a ambos tipos de consumidores podremos actuar favorablemente en la recuperación de confianzaVíctor Hugo del Pozo, experto en Marketing y profesor universitario

LOS FERIADOS YA NO SON LOS MISMOS

El 'paniqueo' al contagio también es un rasgo que define al nuevo consumidor. Así lo dice la economista Cynthia Carpio Condo, quien analiza que gran parte de los ecuatorianos siente temor a contraer la enfermedad y prefiere seguir 'en el sobre'. "Está claro que estaremos ante feriados diferentes", señala.

La búsqueda de seguridad será por tanto un elemento fundamental que marcará los pasos de los consumidores

"Seguirá habiendo una preocupación por la salud, por el bienestar y la sostenibilidad, cuestiones que llevan tiempo dentro de las estrategias de negocio, pero en estos meses hay que añadir un valor extra: la seguridad", explica Carpio.

El consumidor local no tiene confianza en los productos que consume.Archivo / EXTRA

MÁS COMPRAS POR INTERNET

El trabajo a distancia está resultando una palanca de cambios. El teletrabajo implica más tiempo en casa, mayor consumo en el hogar, mayores posibilidades para el 'delivery', el comercio online, entre otros.

El trasladar la oficina a casa y el periodo de confinamiento han supuesto el empujo definitivo al comercio electrónicoCynthia Carpio, economista 

Según Del Cioppo, el consumo virtual se venía dando con frecuencia en Ecuador. Asume que un 30% de ecuatorianos compra en plataformas web frente a un 15 % antes de la pandemia. "Aunque este trasvase se ha producido de forma forzosa, en la medida en que las nuevas experiencias digitales sean satisfactorias esta situación será un catalizador para el desarrollo de este canal", prevé.

LOS 'SÚPER' ESTÁN 'PAPELITO'

Algunos sectores se han salvado. Los supermercados son uno de los pocos beneficiados por el fuerte crecimiento en valor, aunque también han sufrido un aumento de costes en origen que "ha lastrado la cuenta de resultados de las grandes cadenas y una reducción de ingresos en los pequeñas tiendas de barrio", dice Carpio 

El consumo que antes se hacía fuera del hogar y al interior de la vivienda ha propiciado un incremento previsto para este sector en 2020, según cálculos de la Cámara de Comercio del Ecuador. A pesar del repunte de este sector, el canal conformado por las tiendas pequeñas y tradicionales y las de 'chucherías' sí han resultado golpeadas por la crisis, por lo que según Carpio, es necesario ayudar a estos comercios a relanzar su actividad.

Así las cosas, el mundo está viviendo una recesión, pero ¿cómo hablar en el país de sostenibilidad, cuando lo que preocupa a las personas al comprar es el precio? 

“La elasticidad de precios siempre ha sido importante”, expresa Carpio, quien agrega que lo que hace que los consumidores tomen una decisión es la propuesta de valor, ya que durante la emergencia sanitaria los ecuatorianos ha cambiado de marcas. 

"Esto se debe a su disponibilidad, precio y a una mejor propuesta de valor,seguidas de aquellas con responsabilidad social que ganan protagonismo con la desaceleración económica", finaliza.