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Agentes de grupos especializados de la Policía sorprendieron a los sospechosos dentro de una casa.EXTRA

Operativo en Manta: Detenidos sospechosos vinculados a múltiples asesinatos

Entre los arrestados, que serían posibles integrantes de la banda Los Pepes, están alias Montalván y Boca Negra

La captura de alias Montalván y Boca Negra, en Manta, ha sido considerada un golpe contra el crimen organizado en la provincia de Manabí. Ambos sospechosos, considerados objetivos de intermedio valor, enfrentan procesos por asesinato y, según la Policía, formarían parte del Grupo de Acción Organizado (GAO) Los Pepes.

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La detención se llevó a cabo la noche del pasado miércoles 5 de marzo de 2025, en una vivienda dentro de una urbanización del sur de la ciudad, un inmueble equipado con cámaras de seguridad y cerco eléctrico. Según fuentes policiales, el lugar era utilizado temporalmente para planificar ilícitos y vigilar la llegada de posibles enemigos o de la fuerza pública.

Alias Montalván, ecuatoriano, ha sido señalado como líder de una célula criminal y cuenta con tres órdenes de detención por asesinato, mientras que Boca Negra, de nacionalidad colombiana, enfrenta dos procesos judiciales por crímenes cometidos el año pasado.

Junto a ellos, fueron capturados otros cinco presuntos miembros de la agrupación criminal. En el operativo, los agentes incautaron dos armas de fuego, 134 cartuchos de munición, siete celulares y un vehículo reportado como robado en Guayaquil.

En la acción policial, los agentes incautaron una evidencias, entre ellas un automotor reportado como robado.ALEJANDRO GILER

Nexos con posibles hechos violentos

Las investigaciones vinculan a los detenidos con varios hechos violentos ocurridos en enero y febrero de este año, principalmente bajo la modalidad de sicariato. Uno de los crímenes más recientes atribuidos a Los Pepes tuvo lugar el 17 de febrero, en el sector Sí Vivienda, donde cuatro personas fueron asesinadas y seis más resultaron heridas.

Los Pepes, identificados como una facción de Los Lobos, se han caracterizado por ataques múltiples y por dejar panfletos en las escenas de los crímenes. En su último mensaje, tras la masacre de febrero, aseguraban que buscan una ciudad “libre de abuso y extorsión” y advertían que eliminarían a cualquiera que usara su nombre para cometer delitos.

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