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El periodista Patricio Aguilar recibió el último adiós y fue sepultado en Quinindé
El sepelio de Patricio Aguilar congregó a cientos de quinindeños que acompañaron los restos del comunicador a su última morada
La ciudad de Quinindé se vistió de luto este jueves 6 de marzo, al dar el último adiós a Patricio Aguilar, periodista asesinado el pasado 4 de marzo mientras realizaba una cobertura en el barrio Fundo Limón. Su funeral tuvo lugar en el Cementerio General de Quinindé, donde fue sepultado junto a sus padres, en un acto que reunió a familiares, amigos y miembros de la comunidad.
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Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente en Quinindé estaba cargado de tristeza. A las 9:45, un ataúd cubierto por la bandera de Ecuador comenzó su recorrido por las calles que Aguilar había recorrido tantas veces en su labor periodística.
La sede de la Unión Nacional de Educadores (UNE) se convirtió en un punto de encuentro para rendir homenaje a Aguilar. Desde la tarde del miércoles, familiares, amigos y colegas se reunieron para recordar su vida y su trabajo.

El cortejo fúnebre fue un verdadero reflejo de la comunidad que Aguilar había servido. Personas de todos los rincones de Quinindé se unieron al recorrido, llegando en motos, bicicletas, a pie e incluso en sillas de ruedas. A medida que avanzaban, se recordaban las historias que Aguilar había contado y las injusticias que había denunciado a lo largo de su carrera. Fundador del semanario El Libertador, Aguilar se destacó por su independencia y su deseo de ser un faro de esperanza para su comunidad.
Una parada en la casa donde fundó El Libertador
El cortejo hizo una pausa frente a la casa de Aguilar en la Avenida Simón Plata Torres, donde muchos recordaron su pasión y dedicación al periodismo. Posteriormente, el recorrido continuó hacia la iglesia Sagrado Corazón, donde se celebró una misa de cuerpo presente.
Una hora después, el ataúd fue sacado de la iglesia, amigos y familiares llevaron a Aguilar en hombros hacia el cementerio.
Finalmente, Patricio Aguilar fue sepultado en el nicho familiar, en un silencio abrumador que reflejó la magnitud de su pérdida. Aguilar fue asesinado de manera brutal, con aproximadamente 30 impactos de bala, un acto de violencia que intentó denunciar a lo largo de su vida.
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