Lo que era una jornada deportiva de fútbol en cuestión de segundos terminó convirtiéndose en un aterrador y violento momento. Todo sucedió en una cancha de césped natural donde se disfrutaba de partidos de una categoría máster (50 años).

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Carlos Pico, conocido popularmente como Carlin, un expolicía, había acudido como aficionado a observar los encuentros deportivos, sin imaginarse que la muerte lo iba a sorprender.

El hecho se registró la tarde del domingo 4 de agosto en la cancha conocida como Álvarez, en la parroquia rural de Puerto Cayó, territorio del cantón de Jipijapa, sur manabita.

En medio de uno de los compromisos deportivos, Pico que estaba cerca de la cancha, fue sorprendido por un sujeto que se confundió entre la afición y le descargó varios disparos. Las acciones del partido se paralizaron al escuchar la ráfaga.

Los sujetos armados, según testigos, huyeron en una motocicleta con rumbo desconocido, dejando sembrado el terror y la desesperación en la cancha.

Pico fue asistido por elementos del Cuerpo de Bomberos de Puerto Cayó quienes lo trasladaron de urgencia hasta el Hospital Básico de Jipijapa. En esta casa de salud los galenos confirmaron el deceso.

Las autoridades investigan las motivaciones de este crimen que ha conmocionado al sur manabita, sobre todo en una parroquia donde no acostumbran a ser testigos de casos de violencia criminal.

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