En un barrio de Esmeraldas hay indignación y clamor de justicia por la brutal agresión sexual a una niña de apenas dos años, quien se encuentra en estado delicado. El presunto agresor fue hallado muerto en un pabellón de la cárcel de Esmeraldas.

Este horroroso hecho se dio la mañana del viernes 7 de febrero de 2025, cuando la abuela de la nena llegó a casa y vio a la niña tirada en el suelo, junto a la puerta de entrada a su hogar, sangrando.

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La señora había ido al mercado a comprar alimentos. En menos de 15 minutos, su vida dio un giro desgarrador. “No podía creer lo que veía, mi niña, mi pequeña, estaba allí, sufriendo”, relató entre lágrimas la abuela

Un vendedor de limones, identificado como Larry Orlando Aguas Mina, de 43 años, quien es señalado de cometer este abominable acto. Los vecinos escucharon el llanto de la niña y asumieron que su abuela estaba con ella; sin embargo, la realidad era otra, y resultó aterradora.

A sospechoso detenido lo hallaron muerto

Según las investigaciones de la Fiscalía, el señalado como autor de este execrable hecho habría llegado buscando a la madre de la niña, una joven con discapacidad intelectual y esquizofrenia. Al no encontrarla, el agresor habría decidido cometer a la criatura.

Una vecina comentó que el sujeto “acostumbraba a venir y acostarse con la mamá de la niña, pero como no estaba se ensañó con la niña. Esto no se puede soportar, debe ser castigado”, aseguró la mujer.

El presunto agresor fue detenido por la policía, pero la rabia de la comunidad aún arde. “No podemos permitir que este monstruo camine libremente por nuestras calles. ¡Debe ser castigado!”, clamaban los habitantes del barrio, quienes se unieron para exigir justicia.

Tras la aprehensión, el ciudadano, junto a los indicios, fue puesto a órdenes de la autoridad, se le dictó prisión preventiva y lo remitieron a la cárcel de Esmeraldas. La mañana de este sábado 8 de febrero, según trascendió, un policía que hacía rondas por el pabellón C, lo encontró sin vida.

Niña en estado crítico

La comunidad, unida en su dolor, ha comenzado a organizarse para exigir no solo justicia para la niña, sino también medidas de protección para todos los menores en el barrio. También se ha emprendido una colecta para ayudar a la abuela de la víctima con los gastos médicos. El estado de salud de la niña es crítico.

La afectada fue trasladada a un centro de salud, de donde la transfirieron hacia otro hospital. Allí, los médicos realizaron una intervención quirúrgica de emergencia. La paciente presentaba sus partes íntimas desgarradas.

En esa casa de salud decidieron trasladar a la afectada a un hospital de Quito, para continuar con su tratamiento especializado.

Atacante, un posible traumado

El psiquiatra Pedro Camacho detalla que este execrable acto revela una compleja interacción de factores psicológicos y sociales. Precisa que quien lo cometió podría ser una de esas personas que “presentan rasgos de personalidad antisocial y narcisista, caracterizados por la falta de empatía y la búsqueda de control sobre sus víctimas”.

Camacho añade que “es común que hayan experimentado traumas en su infancia” y como “carecen de habilidades de afrontamiento saludables, recurren a la violencia como una forma de expresar su frustración y vacío emocional”.

“La combinación de estas características sugiere que la rehabilitación es un proceso complejo, que requiere un enfoque integral para abordar tanto los traumas personales como las influencias sociales que perpetúan la violencia”, explica el experto.

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