En una escena que ha dejado consternada a la ciudad de Esmeraldas, un macabro hallazgo ha sacudido la mañana de este lunes 29 de abril de 2024. El cuerpo sin vida de un joven, aproximadamente de 20 años de edad, fue descubierto flotando en las oscuras aguas del río Teaone, desencadenando una oleada de shock y preocupación entre los residentes locales.

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El hallazgo tuvo lugar en el pintoresco barrio Los Mangos, ubicado en el sector Codesa, al sur de la ciudad verde. Moradores del área, sobresaltados por el inquietante descubrimiento, avistaron el cadáver mientras realizaban sus actividades matutinas.

Vestido únicamente con una camiseta blanca y una pantaloneta negra, el joven yacía inerte, con las manos y los pies atados y la boca cruelmente cubierta con cinta de embalaje, en un atroz testimonio de violencia.

La escena resultaba aún más espeluznante debido al avanzado estado de descomposición en el que se encontraba el cuerpo, una sombría indicación de que había pasado un período considerable en las gélidas profundidades del Teaone.

Con la ayuda de una modesta canoa y algunas sogas, los residentes del área se lanzaron a la tarea de recuperar el cuerpo, llevándolo hasta la orilla en un intento desesperado por arrojar luz sobre la identidad de la víctima y las circunstancias que rodearon su trágico destino.

Sin embargo, la incertidumbre se cernía sobre el barrio Los Mangos. Los lugareños, desconcertados y horrorizados por lo que presenciaron, afirmaron no reconocer al joven, lo que sugiere que su cuerpo fue arrojado en algún lugar distante y arrastrado hasta allí por las implacables corrientes del río. "Esta es la primera vez que vemos algo así en el barrio", murmuró un morador, con la voz cargada de angustia y temor.

Mientras tanto, las autoridades policiales han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer los oscuros misterios que rodean este trágico suceso.

Según los primeros indicios, se presume que el cadáver fue lanzado en el río en algún punto de las remotas zonas rurales de Carlos Concha o Tabiazo, pertenecientes al cantón Esmeraldas, arrojando una sombra de sospecha sobre esos apartados parajes.

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