La Ruta de las Cascadas en San Mateo, en la provincia de Esmeraldas, es un tesoro donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor.

Desde el centro de la parroquia rural comienza el recorrido para apreciar un paisaje vibrante, adornado con cascadas de diversas formas y tamaños.

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Tomando la vía Mutile-Canchalagua, a medida que se avanza, el aire fresco y puro envuelve a los visitantes, mientras los árboles altos, cubiertos de musgo y lianas, parecen susurrar secretos antiguos al ritmo del canto de las aves.

La carretera serpentea entre colinas y valles, ofreciendo paisajes impresionantes que invitan a detenerse y admirarlos.

Una ruta de aventura entre cascadas

• En la cascada de Danila, será recibido por los sonidos relajantes del agua que cae. Alimentada por dos esteros, esta cascada es un espectáculo que no debe perderse. El agua cristalina crea un arcoíris en su descenso.

Aquí, los visitantes pueden disfrutar de paz, dejándose envolver por su belleza.

• Al llegar a la cascada Las Minas, se encuentran otros paisajes impresionantes. Este lugar también es ideal para el ciclismo y el senderismo. Un puente colgante permite cruzar el río y apreciar la caída de agua y la biodiversidad que la rodea.

“Es un lugar mágico”, dice María Castañeda, visitante que llegó desde Quito. “La energía del agua y el sonido de la naturaleza son revitalizantes. No hay nada como esto en la ciudad”, añade.

• A medida que se acerca a la comunidad de Zapallo, el camino lleva hacia la cascada de Sachacuri. Su nombre proviene de la singular forma de las rocas, que parecen sostener el agua en una gran paila. El espectáculo es sobrecogedor: el agua cae con fuerza, creando un manto de espuma blanca que contrasta con el verde de la selva.

“Cada cascada tiene su propia personalidad”, comenta Javier Montalván, un guía local. “Sachacuri es especial porque la forma de la roca y el sonido del agua crean una atmósfera única. Muchos vienen aquí para meditar y reconectar con la naturaleza”.

• Avanzando hacia la Y de Colope y Canchalagua, se encontrará con la imponente cascada de Canchalagua y continuará por un camino donde la flora y fauna son abundantes.

Los olores de las flores y el canto de los pájaros acompañan cada paso, creando una sinfonía natural. “Es un lugar donde se puede perder y encontrar al mismo tiempo”, dice Ana Poveda, una turista que ha visitado la ruta varias veces. “Cada vez que vengo, descubro algo nuevo”.

La Ruta de las Cascadas en San Mateo es un recorrido en el cual se puede conectar con la naturaleza y consigo mismo.

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