Félix Alvario estaba destrozado porque asesinos a bordo de un taxi le arrebataron la vida a su hijo Ángel Andrés Alvario Macías, 23 años, durante un incidente que todavia no tiene una explicación concreta. El hombre detalló que el caso se registró en la calle Bolívar y Cuarto Callejón del cantón Babahoyo, Los Ríos.

Eran las 21:40 de este 23 de noviembre cuando Ángel y otros parientes se habían reunido en un domicilio de esa dirección. “Esto se originó porque una chica llegó a donde ellos estaban reunidos y al parecer al conviviente de ella le molestó esa situación”, refirió Alvario.

Cuando el hombre fue a retirarla, aparentemente a bordo de un taxi. habría proferido amenazas a quienes estaban afuera de esa casa. Al parecer, la gente no le paró ‘bola’ y siguió en la conversa.

No pasó mucho tiempo cuando desde un vehículo tipo taxi se bajaron dos sujetos a repartir bala al grupo de personas reunidas en el portal de aquella vivienda. Las víctimas corrieron en diferentes direcciones, pero Ángel llevó la peor parte, ya que, hasta el cierre de esta edición, fue la única víctima fatal que provocó el hecho.

Además, el ataque dejó otras cuatro personas heridas: entre ellos una mujer, un menor de 15 años y el hermano mayor de Ángel, quien resultó con lesiones leves.

El dolor del padre de la víctima

La policía constató los hechos y llegó al sector para levantar indicios. El cuerpo del difunto fue trasladado a la morgue de Ventanas, donde la mañana de ayer fue retirado por sus deudos.

Alvario, en medio del dolor, repetía que eso no se iba a quedar así porque le quitaron una parte importante de su vida. El padre de familia dijo que mantiene vivo el recuerdo de los goles que le dedicó su hijo en el último partido que lo acompañó, la tarde del sábado.

Ángel era amante del fútbol y siempre estuvo participando en campeonatos donde su equipo salía victorioso. “En una última final ganaron dos mil dólares y ya lo estaban llamando para que vaya a jugar en otro encuentro. Tenía tantos planes, entre los sacar la licencia y ahora se me ha ido”, lamentó el progenitor.

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