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Opinión

Editorial: ¡Guayarte, otro malgasto!

Ni entretiene ni hay arte. Música, bulla y alcohol sí, y en abundancia. Lo ocurrido con la Plaza Guayarte, en Guayaquil, es un mal modelo de la administración y servicio del arte que no se debe seguir.

La inversión en eventos realizados en el lugar habla por sí sola de cómo se distorsionó el concepto de cultura por el de farra: 305 mil dólares, casi el 70% de los 455 mil destinados para eventos, se fueron en contratación de cantantes, logística y gastos administrativos. El resto en caritas pintadas, juegos inflables, teatro y otros rubros artísticos. Entretener no es hacer arte y con ese peso la actual Alcaldía abandona el barco con otra deuda más a la ciudad. Otro fracaso más.