Las nuevas administraciones municipales tienen un reto que, aunque no encabeza la extensa lista de ofrecimientos, es igual de importante: acabar con el desorden en las calles de Quito y Guayaquil, provocado por el desproporcionado crecimiento del comercio informal.

Este problema prácticamente ha borrado los espacios peatonales para darle paso a mercadillos en los que se pierden la historia, cultura e infraestructura de sitios emblemáticos y turísticos.

Las estrategias de organización son urgentes para asignar sitios delimitados a los vendedores, quienes tienen todo el derecho a trabajar, pero bajo las normas y reglas de convivencia, y no en las condiciones en las que actualmente lo hacen. Es necesario que vuelva el orden y respeto a los espacios públicos.

¿Informales afectan a los espacios públicos?

“A los informales lo que les falla es el aseo, dejan desperdicios regados en todas partes. En los exteriores de los mercados son los lugares en los que más se ve”.

“Que estén en lugares públicos como algún malecón da muy mala imagen. Ahuyenta a los turistas. Ellos deberían procurar mantener el aseo en todo momento”.