“Presidente, por favor recuperen a Playas que es tan lindo”, escribió ayer en X (antes Twitter) una lectora de EXTRA después de leer el especial publicado por este Diario sobre la agonía que padece la emblemática población costera. La inseguridad, la falta de turistas y los apagones se mezclaron en un coctel que tiene a los comerciantes y residentes sumidos en una grave crisis.

Las estrategias de seguridad del Gobierno, más allá del plan Fénix que parece volar cada vez más bajo, deben centrarse en entender y atender lo que pasa con la gente que padece las extorsiones y que queda en medio del fuego cruzado de bandos criminales cada vez más violentos y sanguinarios. Ayer, por ejemplo, hubo dos asesinatos al frente del hospital.

¿De qué sirve para el turismo de cantones como Playas un feriado de cinco días, como el de Fin de Año, si los viajeros tienen miedo y prefieren no arriesgarse con sus familias? General Villamil está dejando de ser una alternativa para los guayaquileños que buscan un lugar cercano para descansar y estar en el mar; son pocos los que se atreven a programar actividades o conciertos allí para llevar turistas y el abandono estatal puede terminar enterrando en vida uno de los lugares más emblemáticos del Guayas.