El 2023 ‘pinta’ alentador para la economía de nuestro país, incluso los indicadores laborales, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, antes de finalizar el año, han registrado cierta mejoría: hay menos personas en el subempleo (ganan menos del salario básico y laboran menos de la jornada laboral legal), también ha caído la tasa de personas desempleadas y ha mejorado el empleo adecuado.

Después del descalabro por el que atravesó Ecuador, debido a los efectos devastadores de la pandemia, este sería uno de los mejores momentos del mercado laboral.

Pero el empleo inadecuado sigue siendo una deuda social para el Gobierno Nacional. Que más personas abandonen el subempleo o trabajo informal para percibir ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo, y en condiciones más favorables, es el objetivo que debe marcarse el Gobierno para el 2023, pero también mejorar su función de generador de trabajo, destrabando la inversión pública -para mejorar la destruida infraestructura de los servicios a los ciudadanos- y no dejarlo todo en manos de la empresa privada.

Es mejor que la cifras y los análisis técnicos del mercado laboral se vean reflejados el próximo año en los bolsillos de los ecuatorianos y en el crecimiento del empleo adecuado.