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Opinión
Editorial: El peligro de portar armas
A muchos les retumba en la cabeza las palabras de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, justificando que los ciudadanos deberían poder portar armas para defenderse de la delincuencia. Podría considerarse su opinión como un grito desesperado ante la terrible ola de sangre y violencia que se vive en el país y que hasta la fecha no visualiza una posible salida a esta crisis. Pero en realidad su idea de libertad de portar armas para todos podría empeorar la situación.
En países como Estados Unidos, donde los ciudadanos tienen derecho de poseer armas, los casos de accidentes mortales dentro de los hogares o matanzas en colegios, cines o cualquier lugar público son recurrentes. Y es que permitirle a cualquiera tener una pistola en mano, sin conocer su salud mental se puede convertir en una bomba de tiempo que en cualquier momento podría estallar. El país del norte es líder a nivel mundial en matanzas y tiroteos, es decir, que permitir a todos poder tener una pistola o poder comprarla libremente no es una buena idea.
Sería bueno que el Gobierno ecuatoriano le diera más libertad de acción a policías y militares en situaciones que lo ameriten. Pero la realidad es que si un agente del orden utiliza su arma y mata en defensa propia, este podría ser condenado a varios años de cárcel, y los delincuentes se aprovechan y burlan de sus limitaciones para cometer asaltos y si es necesario matar lo hacen, porque ‘casi, casi’ que la ley los protege.