A principios de esta semana se produjeron nuevos hechos de sangre en la Penitenciaría del Litoral, con un trágico saldo de fallecidos y heridos, entre ellos reos y guardias de dicho centro penal.

No es la primera vez que se dan hechos de sangre de esta clase, pues crímenes de este género son bastantes frecuentes, por pugnas entre pandillas cuyas miembros están cumpliendo sentencias diversas, sindicados de delitos de diferente calaña, desde asaltos, tráfico de drogas, hasta terribles asesinatos.

Pero, una vez más, indigna sobremanera el hecho de quienes están cumpliendo sentencias tengan pugnas de este tipo sin ninguna sensibilidad ni respeto por la vida, han habido incluso decapitaciones y han llegado al extremo de jugar fútbol con su cabeza.

Esta vez ha sido un choque sangriento entre Los Lagartos y Los Choneros que se disputan el control del penal con la mayor desfachatez.

¿De dónde sacan las armas los reos? Obviamente, familiares u otros cómplices las ingresan con el visto bueno de ciertos guardias que fungen como agentes del orden, y esto debe ser severamente castigado.