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Opinión

Editorial: Sin garantías de idoneidad

Candidatos vemos, récord judicial no sabemos. El Código de la Democracia, desde 2009, les abrió las puertas a personas descalificadas moralmente (con procesos judiciales por estar involucradas en delitos) para postularse a cualquier dignidad. Y todo amparado bajo el principio de presunción de inocencia, derecho del que se ha abusado en nuestro país. Nada garantiza la idoneidad de los aspirantes.

En ese saco entran los glosados por la Contraloría, acusados de violencia intrafamiliar, de abuso sexual, insolventes, deudores al fisco, entre otros mañosos. ¿Cómo es posible que sea candidato alguien que no ha sido honesto y eficiente, que ni siquiera ha podido administrar bien los recursos públicos y que lo más probable es que repita esas malas prácticas?

  • ¿Votaría por un candidato procesado?

“No votaría por una persona que haya sido procesada bajo ninguna circunstancia. Creo que son valores no negociables y que deben dar espacio a nuevas figuras”. 
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​Iván Aróstegui

“Sí votaría, pero dependería mucho del cargo y del tiempo que este tenga. Creo que los errores del pasado no definen el presente de una persona, pero todo depende”.
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​Álex García