La población de la parte occidental del planeta, en una gran mayoría perteneciente al credo cristiano, recuerda y celebra hoy 25 de diciembre (inicio del solsticio de invierno, además) el nacimiento, según los evangelios de la Biblia, de la sagrada figura que consideran el hijo de Dios, Jesús, ocurrido en un humilde pesebre de Belén hace más de dos milenios.

Por ser la fecha de un importante natalicio, la Navidad se ha convertido en una festividad dedicada sobre todo a la población infantil.

Para darle mayor realce a esta festividad infantil se han fijado figuras representativas, como el Niño Dios, que es la imagen del Cristo recién nacido; Papá Noel, creado en los años 20 del siglo pasado; y los tres Reyes Magos que, según el relato mítico de los evangelios de la Biblia, llegaron a Belén para adorar al recién nacido guiados por una milagrosa estrella que brillaba en el firmamento.

Desgraciadamente en este 2020, por efectos de la pandemia de COVID, muchos actos públicos que era habitual llevar a cabo con luminosidad, alegría y una gran presencia grupal, han tenido que ser suprimidos para evitar el contagio. Pero en todos los hogares se observará la misma mística y alegría de las Navidades pasadas. A celebrar en familia; a recordar a quienes no están, con la alegría de llevarlos siempre en el corazón; y a seguir agradeciendo a Dios por el regalo de la vida.