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Opinión

Editorial: Acabar con la porquería

Sin tibiezas, la justicia debe ser dura con quienes han utilizado la gestión pública para su enriquecimiento ilícito

La auditoría realizada a los hospitales del IESS ha revelado lo que ya se ‘olía’: una cloaca llena de porquerías y prácticas ‘chuecas’. Las recomendaciones de responsabilidades administrativas, civiles y penales son necesarias, pero no suficientes. Las autoridades deben llevar estos casos hasta las últimas consecuencias para desterrar las mafias que los mantienen secuestrados.

Ambos centros de salud han sido infiltrados por redes de corrupción, desde la contratación hasta la adquisición de medicamentos. Esto no solo afecta la eficiencia interna, sino que pone en riesgo la salud de miles de personas que dependen de ellos.

Sin tibiezas, la justicia debe ser dura con quienes han utilizado la gestión pública para su enriquecimiento ilícito, sin importar las consecuencias, e incluso han llegado al punto de atentar contra la vida de funcionarios. Solo así se podrá garantizar que los hospitales del IESS vuelvan a cumplir su verdadera misión: salvar vidas y ofrecer atención de calidad a los ecuatorianos.

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