O abren las puertas de sus negocios o mueren en el intento. Propietarios de comercios nocturnos y empleados piden al Gobierno que revise y dé por terminado el estado de excepción que rige sobre Guayaquil, Durán y Samborondón (Guayas) y las provincias de Santa Elena y Los Ríos, pues, aseguran, de poco o nada ha servido.

El reclamo se sustenta en que debido a esta medida decenas de negocios nocturnos han cerrado su puertas y en algunos casos hasta despidieron a parte de su personal. Encerrarnos no es la manera de enfrentar la inseguridad, sino con estrategias antidelictivas, con inteligencia y con personal suficiente en las calles.

¿Considera que el toque de queda ha sido efectivo en el país?

“No ha causado ningún efecto en lo que se esperaba, que es la disminución de la violencia. Creo que lo primero que se debe hacer es cambiar las leyes”.

“No ha servido de nada. Tal vez es solo para aparentar. ¿De qué sirve que nos encierren si el crimen no tiene horario y a plena luz del día pasan las cosas?”.