El incendio producido en la parte baja de un puente en Guayaquil y que provocó una congestión vehicular ‘del demonio’ es una advertencia de cómo la ciudad ha sido tomada en bienes públicos (pasos elevados, edificios, portales) y privados, sin que nadie haya hecho algo por evitarlo.

El hecho pudo haber terminado en una desgracia y ahí hubiesen salido los lamentos y el lavado de manos sobre las responsabilidades. Ni el Municipio de Guayaquil ni el Ministerio de Inclusión Económica y Social se han preocupado por la problemática que encierra este grupo vulnerable... quizá porque ellos no votan, quizá porque les interesa construir mejor piscinas con olas que enfrentar la dura realidad.

¿Ha sido afectado por los chamberos?

“Todos los días siento molestia por eso. Vivo por el parque Centenario y cuando salgo con mi mascota debo andar con cuidado para no tropezar con la basura que riegan”.

“Es feo ver cómo riegan la basura todo el tiempo. Como ciudadano, place coger un fierro y amenazar para que no lo hagan, pero no sabemos cómo pueden reaccionar”.