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Opinión

Editorial: ¡Borrachera que mata!

Irresponsabilidad absoluta e idiotez en las acciones de locos y borrachos tras un volante; falta de control de las autoridades de tránsito; además de desidia absoluta al ejecutar obras. Estos tres factores confluyen casi siempre en los accidentes automovilísticos que constantemente impactan a la ciudadanía.

Los dos primeros factores tienen una especie de conexión fuertemente ligada a la corrupción, a la ‘ley del más sabido’. Encontrar borrachos tras el volante es cosa común en nuestras urbes, pero basta un buen billete ‘por abajo’ para saldar la cuenta y se acabó el problema. No puede continuar la falta de control y sanción de la autoridad de tránsito, en especial para quienes frecuentemente cometen infracciones de todo tipo. A ellos, además de multarlos, habría que retirarles de forma permanente la licencia de conducir.

Y es que la muerte de tres ciclistas en la vía a la costa debe llevar, además, a la toma de acciones inmediatas para evitar que se repitan tragedias de este tipo. Los municipios deben planificar de manera integral la movilidad en las ciudades, incorporando la construcción de ciclovías y zonas de circulación peatonal (incluyendo pasos elevados, pasos cebra y semáforos) que brinden reales condiciones de seguridad a sus usuarios.