Volvimos a las épocas en las que nuestra Tri jugaba como nunca y perdía como siempre. Pasaron años para ver un buen fútbol ecuatoriano, de la mano del técnico Dusan Draskovic, mentor de este cambio que trajo la metodología europea para dar ese salto de calidad que tanto deseábamos.

Luego de un arduo trabajo del montenegrino llegó la línea colombiana a finales de los noventa hasta 2014, donde llegamos a tres mundiales. Nuestro fútbol no era vistoso pero eficiente, de local éramos casi imbatibles y de visitantes difíciles de superar. Ahora la selección cuenta en su mayoría con jugadores de buen nivel individual que participan en ligas extranjeras, pero que lastimosamente no han demostrado un buen funcionamiento colectivo en la Tri. Se comenzó de manera inimaginable estas eliminatorias con 9 puntos ganados de 12 posibles en 2020.

Luego de esas buenas jornadas empezó la debacle. Los partidos a partir de este año dejaron un mal sabor de boca para los hinchas que eran testigos de cómo el equipo nacional bajaba en la tabla de posiciones. El argentino Gustavo Alfaro justifica las derrotas indicando que de a poco va encontrando al equipo titular (lleva más de un año buscándolo y nada que aparece).

El hincha está desesperado y comienza a desilusionarse por el irregular funcionamiento de la selección. El camino al Mundial de Catar 2022 se pone cada vez más complicado. Ojalá que el profe encuentre pronto esa fórmula mágica que consiguió a inicios de 2020 cuando parecíamos una ‘máquina’ sobre la cancha.