Daniela Noboa tiene tantos golpes en su cuerpo que el dolor es insoportable. Estar parada es un suplicio y mucho más cuando se recuesta. Le es imposible dormir.

La mujer, de 34 años, fue víctima de una brutal agresión mientras regresaba en su auto desde el trabajo hasta su domicilio, en la capital. Ha pasado casi una semana y el horror de aquel momento no se ha ido de su memoria. Y es muy probable que no se vaya.

Ayer, Noboa contó a EXTRA lo que sucedió el miércoles pasado. “Iba por Carcelén. Llegué a un semáforo y me detuve por la luz roja. Detrás de mí estaba un camión y el chofer me pitaba para que me pasara”.

La conductora esperó a que la luz cambiara para avanzar y fue en ese momento que comenzó el suplicio. El tipo la siguió y le cruzó el automotor pesado. Luego, él se bajó con un fierro en su mano y rompió el parabrisas del lado en el que estaba Noboa, quien se quedó estupefacta.

El agresor se subió nuevamente a su camión y huyó. La víctima decidió perseguirlo para exigirle que respondiera por el daño causado.

Le hicieron cargamontón

“Mi intención era grabar con mi celular la placa del camión e identificarlo”, relató la chica sentada en la sala de su domicilio mientras se recupera. Recorrió desde Carcelén hasta un punto llamado Mastodontes y, de nuevo, comenzó otro suplicio mucho más fuerte.

El vehículo en el que iba el sujeto se detuvo y él se bajó otra vez cargando el fierro. Pero también lo hizo una mujer que lo acompañaba. Ambos rodearon el carro de Noboa, quien los grabó con su móvil.

En ese momento, la compañera del tipo le arranchó el celular y lo lanzó contra el piso. “Lo que hice fue bajarme de mi carro para recoger los pedazos del teléfono porque ahí estaba la prueba de la agresión”.

Al tiempo, los parientes de ambos atacantes salieron de sus viviendas para continuar con la bronca. Y fue ahí que Noboa ya no recuerda lo que sucedió debido a que le cayeron a golpes de tal manera que estuvo a punto de perder el conocimiento.

Los vecinos decidieron llamar a la Policía mientras los allegados del sujeto amenazaron de muerte a Noboa. Hasta hoy no hay detenidos en este caso.

Le abrieron dos heridas

“La gente me dijo que tuve suerte porque esas personas son bastante problemáticas”, relató la víctima de la golpiza que la dejó una herida expuesta en su mejilla derecha y en su cuero cabelludo.

Los parientes de Noboa la trasladaron al hospital y luego a Fiscalía para poner la denuncia por tentativa de asesinato. Pero el daño ya está hecho, aseguró.

Su miedo es toparse nuevamente con los atacantes, quienes serían parientes de un jugador de fútbol ecuatoriano que milita en el extranjero.

EXTRA escribió al deportista a través de su red social Facebook para preguntarle si el acusado es pariente suyo, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.