Siente que los programas de farándula han caído en descrédito debido a la proliferación de espacios online. Raisa Prado se ha movido como pez en el agua en la farándula televisiva, pero a pesar de ello, cuando se le presentó la oportunidad de hacer noticias de la comunidad no lo pensó dos veces. Y aclara que no es que reniegue de ello, sino que le molesta que a todos los periodistas de espectáculos los metan en el mismo saco, por culpa de unos cuantos.

“Siempre quise hacer comunidad pero tenía el temor de que no vaya a tener credibilidad, porque hay demasiados programas digitales que se han vuelto centros de críticas, con comentarios fuertes, no hay respeto, algo que yo siempre cuidé y a pesar de eso me metí en problemas”, afirma.

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En el 2015 se marchó a Quito, echándole la mentira a sus padres que tenía trabajo en un canal, algo que en Guayaquil no había podido conseguir.

“La verdad es que no tenía nada pero quería independizarme, trabajé en algunas cosas, hasta que entré a la producción del programa Café con Bolón, en Teleamazonas”.

Ahí, recuerda que empezó cargando cables y haciendo de todo hasta que le llegó la oportunidad de hacer notas tras cámaras “Fue en Mañaneros, en Televicentro, mi primer contacto con la farándula, la gente de Quito es más reservada y todo es más tranquilo”.

Pero volvió a Guayaquil, y en Vamos con todo e Intrusos, en RTS, le tocó estar donde las papas queman. Con ese aprendizaje volvió a la capital a RTU con el programa No des papaya.

“Pase de reportera, de andar detrás de la noticias a dar la cara como presentadora. Me metí en varios problemas, pero los más sonados fueron con Carlos José Matamoros que me ninguneó porque dijo que no estaba a su altura para entrevistarlo. Y con otro presentador que hasta habló al canal para que me botaran, sin yo haberlo ofendido”.

Esas situaciones reconocen que le causaron mucho dolor, ya que ella es el sustento de su mamá que padece de Parkinson.

“Lloré en vivo no me pude contener, porque no podía creer tanta crueldad, pero seguí hasta que el programa finalizó y pasé a noticias”.

Ahí también se encontró con algunas piedras, ya que no faltó quien pensara que no estaba capacitada para el cambio.

“Estoy en este reto profesional es porque mis jefes vieron que podía hacerlo. Lo que me molesta es que a uno lo encasillen, como comunicadora me puedo desempeñar en cualquier área. Esto pasa porque cualquiera hace farándula actualmente y de qué manera”.

Raisa Prado se casó en el 2018, recibe clases de samurai, gusta comer cangrejos y estar pendiente de su mamá.

“El Parkinson es una enfermedad cruel que afecta al paciente y a quienes lo rodean, me ha pegado emocionalmente, pero sigo firme, enfocada en lo profesional, en mi vida personal y en mi gato Gringo, que es mi hijo”.

Eso sí, no descarta volver a un ciclo de farándula pero tendría que ser algo que realmente la toque.

“En el informativo también hago un segmento de espectáculos, no me he desvinculado del todo, pero para volver, lo que se dice volver, no sé, nunca me gusta decir nunca jamás”.

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