‘La flaca’ María Teresa Guerrero salvó de morir a un perro callejero que iba a ser sacrificado (eutanasiado) por las autoridades de control, en la ciudad de Texas, Estados Unidos, donde vive su novio, Graham Kersey.

La expresentadora de televisión, no solo es conocida como una deportista consumada, sino además por rescatar perros callejeros, cuyas historias las relata en sus redes sociales.

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Según detalló, hace varias semanas llegó hasta el vecindario donde reside Graham, un perro mestizo, color negro con café, de aproximadamente un año, al que siempre le daban de comer. Era un can comunitario del que nadie sabía su procedencia. De un momento a otro, y tal vez por su edad, el animal empezó a hacer desmanes y otras travesuras lo que incomodó a los residentes. Incluso se había enamorado de una Pitbull, que le correspondía ‘los cortejos’.

Pero, la gota que derramó el vaso fue cuando empezó a sacar los desperdicios de los basureros, un vecino furioso llamó a la perrera para que se lo llevara. Lo que efectivamente sucedió.

Tuvieron que ponerle todas las vacunas, el microchip y cumplir varios requisitos

“Ese vecino llamó a la perrera y como mi novio estaba trabajando no se enteró de nada, cuando regresó vio que Óscar ya no estaba, ahí supo lo que ocurrió con el perro. Me dijo ‘hay que adoptarlo’. Estuvo preso en la cárcel para perritos, durante 10 días, lo iban a eutanasiar. Cuando cumplió la sentencia, fui y lo saqué de la perrera. Pobrecito, lo tenían encerrado”, dijo Guerrero, quien tiene su hogar en Colorado, pero viaja constantemente para estar con su novio. La pareja tiene año y medio de relación.

Sacarlo de ese sitio les costó “un montó de plata”. Tuvieron que ponerle todas las vacunas, el microchip y cumplir una serie de requisitos. De dormir en la calle, Óscar duerme en una cama amplia junto al novio de ‘La Flaca’. Está rehabilitado. Cuando ella los visita, el can es su compañero de carreras. Van juntos a correr. “Óscar es lo máximo, es un perro feliz, corre durísimo, me saca la p… le encanta correr”, asegura la maratonista.

Nilos, Pinchi y Hugo, sus otros tres hijos perrunos

María Teresa también tuvo a Nilos, el perro Rottweiler que compartió con su segundo esposo Danny Glick. El can falleció una década después producto del cáncer. Luego vendría Pinchi, un perro mestizo que encontró en un basurero, junto a toda la camada, en el sector costero de Ancón.

“Pinchi tiene como 14 años, y no lo puedo mover porque lo mato, está demasiado viejito. Tuve que pensar en el perro y no en mí. Dejar de ser egoísta. Está con Danny, en su granja inmensa, en California. Él también tiene a Hugo y no los puedo separar, porque se criaron juntos. Yo creo que a Pinchi le falta poquito. Lo voy a ver a cada rato, me sale caro visitarlo, avión, hotel, carro, pero es mi perro. Con Danny me llevo muy bien”, explicó.

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