Tras su participación en el Miss Universo, en México La ecuatoriana Mara Topic reveló a EXTRA cómo es estar en dicho certamen de belleza, la extrema seguridad por la que deben pasar y la chaperona que las acompaña hasta al baño. Dice que en realidad esa es la vida de una reina de belleza cuando gana dicho concurso, pues la seguridad siempre debe ser primordial.

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También aprovechó para contarnos curiosidad de su proyecto social enfocado en la salud mental y lo que aprendió durante su paso por el concurso, ¿estaría dispuesta a participar en otro?

¿Qué aprendizaje te dejó este Miss Universo? Toda esta competencia y travesía que viviste

La verdad es que creo que el aprendizaje más grande que me llevo es dejar todo en manos de Dios. Hubo muchas situaciones en las que me di cuenta de que, a pesar de haberme preparado tanto tiempo y tratar de controlar todo, al fin y al cabo, quien tiene la última palabra siempre es Dios.

¿Estar presente?

Sí, me refiero a no pensar en qué puede pasar. Eso nos quita la ansiedad y la depresión, porque cuando estamos aquí y ahora, no pensamos en el futuro, lo que usualmente genera ansiedad, ni en el pasado, que nos lleva a la depresión.

Llegaste al top 30. ¿Lo presentías o pensabas que lograrías una mejor posición?

Hermana, yo pensaba que iba a ganar. Te cuento que muchas personas me dijeron que lo haría. Pensaba que, al menos, estaría en el top 5. Estaba mentalizada en eso. Pero como te digo, lo mejor es dejarlo en manos de Dios. Estoy satisfecha con mi desempeño, porque sé que lo hice excelente.

¿Sientes que no quedaste debiendo nada?

No. Obviamente, diría que algunas cosas pudieron ser diferentes. Por ejemplo, con la falta de luz en Ecuador, varios diseñadores no pudieron entregarme lo que prometieron. Hubo muchas cosas que no pude llevar por ese problema, pero eso ya se sale de mis manos.

¿Sientes que no quedaste debiendo nada?

Sí, por ejemplo, teníamos un guardia de seguridad en cada piso. Cuando tú salías de la habitación inmediatamente se lo decía a la chaperona que teníamos asignada. Nadie podía salir de su habitación sin permiso. Nadie podía hacer absolutamente nada sin permiso. No podías estar sola, no podías ir al baño sola, pero la chaperona te acompañaba.

¿Por seguridad me imagino?

Estás en otro país. Es por seguridad, pero también es porque así es la vida de Miss Universo. Te puedo decir que la he tenido un poco más fácil, pero desde que me coronaron como Miss Universo Ecuador, casi nunca la he pasado sola. Entonces, de una u otra manera creo que nos están preparando porque así va a ser la vida si llegas a ganar Miss Universo. No vas a estar sola.

Tus publicaciones en la página oficial de Miss Universo eran las que más likes tenían.

La verdad es que parecía que había pagado para que me subieran a cada rato. Creo que eso se debe a la buena vibra, la energía positiva y la dulzura que transmito.

No te llevaste la corona de Miss Universo, pero si te imaginaras que trajiste una ficticia, ¿cuál sería y por qué?

Como siempre digo, el éxito no está basado en una corona ni en un título, sino en las personas a las que impactas. Siento que la corona que me llevé es la que ustedes, como Ecuador, ven en mí.

¿Este es tu último certamen de belleza?

Uy, hermana, dije eso con el último, así que no te puedo prometer nada. Si Dios quiere y permite que participe en otro, será su voluntad. Lo que sí puedo decir es que representaré a Ecuador toda mi vida.

Sobre tu proyecto social enfocado en la salud mental de las personas, ¿ qué más nos puedes compartir?

Tengo una enfermedad autoinmune (Hashimoto) que se me desarrolló porque no supe canalizar el estrés en mi vida, y esto le pasa a muchísimas personas. Hay personas que les dan muchas enfermedades o incluso cáncer porque no supieron manejar el estrés.

Justamente te iba a preguntar que, Tahis Panus, mencionó que habían trabajado mucho también en tu autoestima en la pasarela, para el Miss Universo

Practiqué mi pasarela creo que unas buenas 400 o 500 veces. Debía trabajar la seguridad y hasta la forma en la que sonreía.

Debido a tu enfermedad el cabello se te cae y fue durante tu participación que nos dejaste verte sin peluca, ¿fue difícil hacerlo?

Un reportero de Telemundo se acerca y me estaban peinando la peluca, y me dijo que me tenía que entrevistar. Le dije que sí y me respondió: ‘pero, ¿dónde? Espero que te pongas la peluca’. Fue cuando le pedí que lo haga sin la peluca para que la gente vea, porque nunca me había mostrado así. Y yo me nombre la Miss pelucas

¿Sufriste, por ejemplo, de algún bullying o críticas cuando eras pequeña por tu enfermedad o por otra razón?

Hermana, yo fui la que más sufrió de bullying, cuando era chiquita, ahora, pues, ya no me importa. Creo que sí lo sigo siendo, pero como ya no me importa, no le ‘paro bola’. Cuando era chiquita, me acosaban y crearon un grupo que se llamaba Todas odiamos a Mara, que eran un pocotón de niñas. Le lloraba todos los días a mi mamá, le pedí que me saque del colegio y me decía que no, que íbamos a combatir eso con oración.

Y yo, ¡Ay, Dios mío! Al principio dudaba, pero me fui dando cuenta cómo cambiaba mi corazón y solo tenía 12 años y comencé a ver a las niñas de una manera diferente. No las veía como las niñas populares o chéveres que me hacían bullying, las veía con pena, porque tenían que hacerme daño para ser feliz (..) Un día estaba en el recreo comprando algo y todas comenzaron a correr hacia mí, obviamente me asusté, pero fue para abrazarme y pedirme perdón.