Está por cumplir 90 años, de los cuales 74 los ha dedicado a la música ecuatoriana. Héctor Jaramillo confiesa que antes de conocer el éxito como solista, pensó abandonar el canto y dedicarse a su carrera de contador.

‘El hombre del pañuelo blanco’, como se lo identifica, nació en Quito el 23 de noviembre de 1931. Desde muy joven se dedicó a la música, formando parte de grupos como El Trío Quito, Los Lemary, Los Latinos del Ande y Los 4 Brillantes. Este último, después de una separación, se convirtió en el Trío Los Brillantes.

“Siempre sentí que contribuía a llevar alegría a un público generoso y atento. Pero mis mayores satisfacciones las viviría a partir del año 1972, cuando me inicié como solista cobijado por el éxito de ‘El pañuelo blanco’”, comenta el artista.

TODO EN  SU VIDA

Fue precisamente este tema, de autoría de Fausto Galarza, el que se convirtió en su mayor carta de presentación.

“‘El pañuelo blanco’ es todo para mí. Es mi arranque como solista, es mi contraseña artística. Mi gratitud eterna a su autor porque puso en mi vida una de las melodías más nobles que yo haya cantado”, expresa.

PENSÓ EN RETIRARSE

Confiesa que le molesta que lo sigan relacionando con alguno de los grupos que integró, por famosos que hayan sido.

“He trabajado muchísimo construyendo mi nombre sin haber utilizado jamás como gancho mi éxito en etapas pasadas”.

Fue precisamente luego de que se disolvió el Trío Los Brillantes que creyó que su carrera había terminado.

“Hubo un momento en el que pensé dejar de cantar y dedicarme a mis actividades como contador. La vida y el destino me pondrían nuevamente en un escenario y el éxito llegaría con ‘El pañuelo blanco’. De eso ya son 49 años”, cuenta con emoción.

Siente que ha sido profeta en su tierra porque nunca ha dejado de recibir la aceptación del público, el cual también lo sigue en sus presentaciones en el exterior, en grandes escenarios como la Quinta Vergara de Viña del Mar o el Madison Square Garden de Nueva York.

“Por ellos he realizado 84 giras dentro de los Estados Unidos y 22 en Europa”.

DISCIPLINA ANTE TODO

Está casado desde hace 49 años con la abogada Adelaida Fabre, con quien tiene dos hijos: María Adelaida y Juan José. Ambos son profesionales y están solteros.

“Les gusta la música para escucharla y disfrutarla, pero no la cantan”, manifiesta.

Afirma que con disciplina ha logrado tener una buena vida, educar bien a sus hijos y mantener un hogar sin carencias.

“No nos hemos sometido a grandes sacrificios, nos hemos dado bastantes gustos, pero tapándonos hasta donde da la cobija y no gastando lo que tal vez ganaremos mañana. No me quejo. Me gusta vivir bien”, finaliza.