El cantante Alejandro Kenig, hijo de la presentadora Marián Sabaté, respondió a las inquietudes de sus seguidores sobre por qué no le gusta estar en televisión, a pesar de haber participado en los realities BLN y Combate.

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Kenig fue contundente en su explicación: “Estar en pantalla es exponerse demasiado. Básicamente, tu vida entra en el foco de todo el mundo, no es tan bien pagado como ustedes creen. Trae muchos problemas a la larga, mucho estrés. Yo no lo puedo manejar, a mí no se me da bien ser alguien que no soy”, expresó.

El artista reveló que durante su participación en estos programas intentó mantenerse auténtico, pero eso lo llevó a tener fricciones con otros participantes, ya que, según él, muchos asumen personajes. Además, señaló que la convivencia fue una de las experiencias más difíciles.

“Vivía con 23 desconocidos y me grababan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Fue horrible”, confesó.

No pagan bien los reality 

Sobre la posibilidad de volver a la televisión, Kenig dejó claro que no está en sus planes, especialmente porque considera que la remuneración no es justa para el nivel de exposición que implica. “No volvería a estar en BLN. El salario era muy poco para todo lo que debíamos hacer y exponernos”, aseguró.

Por otra parte, Alejandro recalcó que al igual que muchos, le ha costado formar su carrera y que el tener a una mamá reconocida no es que le abre las puertas inmediatamente. "Muchos piensan que la tengo más fácil por ser hijo de Marián Sabaté y en realidad no es así, la mayoría de las puertas que se te abren es de televisión y la vida en televisión no me gusta para nada, es horrible". 

Básicamente, Alejandro prefiere no exponerse, debido a que él quiere seguir su carrera pero como cantante y no como chico reality o algún personaje de la farándula, por eso, le huye a las cámaras. 

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