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Farándula
‘Famosillos’ y sus vivencias en las Navidades
Unión familiar, operaciones inesperadas, rupturas sentimentales y un regreso al país son algunas de las situaciones que pasaron algunos personajes.
Sin duda, hay Navidades que varios ‘famosillos’ de la farándula nacional no olvidan. Algunas las recuerdan con humor, otras con amor, o también con un poco de tristeza.
Estar lejos de la familia, operaciones de emergencia, discusiones y hasta rupturas sentimentales son algunas de las vivencias que hoy cuentan en EXTRA.
La reportera del matinal ‘En contacto’ (de Ecuavisa) Evelyn Calderón tiene varias Navidades inolvidables y especiales. De niña pasaba jugando con sus primos y solían hacer el intercambio de regalos.
Una Navidad hermosa que recuerda siempre fue cuando repartió juguetes a los niños de escasos recursos económicos.
Pero así como hay buenos momentos, también recuerda aquel día en el que su fiesta decembrina se vio empañada, hace cuatro años, por una ruptura sentimental.
“Estaba mal porque había terminado con mi novio. Ese día no la pasé tan bonito, pero en realidad no he tenido navidades feas”, dijo Evelyn entre risas.
Toda su experiencia y vivencias en las fiestas anteriores han provocado que Evelyn ya tenga en mente su Nochebuena perfecta:
La empresaria y presentadora Mariela Viteri no destacaría alguna Navidad como la más especial, pero la que más recuerda es aquella cuando tenía 18 años y por diversos motivos viajó al extranjero, regresando a Ecuador justamente ese día.
“Fue muy especial volver a ver a mi familia y llegar como regalo de Navidad”, explica.
Por otra parte, la peor celebración fue la de 2002, porque se había separado de su pareja y le detectaron un problema de salud, del cual aún no desea hablar a profundidad, pero por esa razón la operaron. Pese a lo sucedido, Mariela solo desea una Navidad llena de paz y de amor.
La deportista María Teresa Guerrero narra que sus mejores Navidades fueron hace 18 años, cuando su papá aún continuaba con vida.
“La más triste fue el año pasado, cuando me tocó quedarme en Dallas, Estados Unidos, y como estábamos en proceso de mudanza no pude ir a Ecuador. Esta Navidad será igual, por la pandemia. No podré viajar y tampoco ir a visitar a mi suegra, ya que no la queremos exponer”, comparte la también expresentadora y modelo.
María Teresa no pide una Navidad especial, lo único que desea es que el próximo año ya esté controlada la COVID-19 para que así todos vuelvan a sonreír.
Para Isaac Delgado, presentador de ‘Noticias de la mañana’, de RTS, Navidad es la fecha más importante y esperada para él y su familia. Cuando era niño sus papás se desaparecían de la casa, le dejaban películas para ver y el desayuno listo. Llegaban en la tarde con la ropa navideña y los regalos para todos.
“En la actualidad la sociedad se está volviendo un poco fría y ya no es lo mismo que antes. Ahora trato de salvar la Navidad haciendo teatro o saliendo a centros comerciales”, dice.
La peor Navidad de Isaac fue hace varios años, cuando tras salir de la iglesia con sus padres, ellos tuvieron una discusión un poco rara, pues no se ponían de acuerdo con el lugar al que iban a cenar. “Llegamos a la casa de familiares de mi padre y mi mamá pasó enojada toda la noche. Esa Navidad fue un poco más agria”, relata el también reportero.
Para Isaac, su mayor deseo de Navidad es que esa noche sea como cuando era niño. “Quisiera regresar al tiempo en el que se sentía, desde octubre, la ilusión, los foquitos en la casa, las personas y su algarabía, el esmero en dar un lindo regalo para que vean lo que uno sentía. Ahora es muy comercial, por eso quisiera retroceder el tiempo y vivir el calor de mi familia y mis abuelitos”, finaliza.
“Mis mejores Navidades fueron de niña”, cuenta la modelo Conny Garcés, “porque siempre vivía con emoción la sorpresa de abrir los regalos y saber que me había portado bien todo el año para que Santa (papá) me regale lo que había escrito en una carta. Así fue hasta que tuve nueve años”.
Recuerda que su peor Navidad fue cuando días antes del 24, su hermano estaba jugando con diablillos y explosivos, “entonces prendió una camareta, no alcanzó a tirarla y le explotó en las manos. Vivimos momentos llenos de angustia, miedo y nervios. Lo vi con sangre en las manos y sus heridas. Pasó varias semanas con las dos manos vendadas”.
Para Conny, todavía hay una Navidad que le falta por vivir: la de pasar en Nueva York, Estados Unidos, con su familia y jugar en la nieve.