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Farándula

El máster, como le dicen sus conocidos, tiene 230.000 seguidores en TikTok.GUSTAVO GUAMAN

En Carapungo está el máster de los zapatos y las redes sociales: MasterAillon

Un zapatero le dio un giro a su negocio con tiktoks. Hace ‘milagros’ con los zapatos viejos y comparte los vídeos del proceso. Se ha vuelto famoso y ahora da trabajo a unas 25 personas

José Aillón (conocido en Tiktok como @MasterAillon) aprendió a reparar zapatos cuando tenía 12 años. En ese entonces creía que la zapatería no era una buena idea, pero ahora es el jefe de un taller en el que laboran al menos 25 personas. Cuando se pone frente a la cámara de su celular, repasa lo que dirá. “Nunca fui muy bueno en esto de hacer vídeos, pero me propuse incursionar en las redes sociales”, cuenta a EXTRA.

El objetivo de abrir sus cuentas de TikTok, Instagram y una fan page en Facebook fue dar a conocer un oficio que se creería estaba por morir. El máster, como le dicen sus conocidos, dice que cada par de zapatos que entra es un reto, pues tienen que salir “muñecos”, es decir, como nuevos. “A veces solo cambiando la planta del zapato ya está listo. Otras veces es necesario reemplazar el cuero y hacer costuras”, relata.

Su negocio emplea a unas 25 personas.GUSTAVO GUAMAN

En sus 15 años de experiencias ya ha aprendido, incluso, a fabricar zapatos desde cero. Por lo que ya tiene su propia marca de zapatos personalizados. Cuando llegó de Alausí, siendo un niño, nunca imaginó que llegaría tan lejos. Pero se propuso superarse, sobre todo cuando se vio solo en una ciudad que no conocía.

Sus 233.000 seguidores en TikTok felicitan su trabajo y el ahorro que resulta para el cliente que sus zapatos tengan una segunda oportunidad. “La gente llega a su taller desde varios puntos del país porque vio mis vídeos”, cuenta el máster.

TRABAJO EN EQUIPO

Al día José entrega entre 80 y 100 pares de zapatos reparados, pero no lo hace solo. Su esposa es la encargada de recibir las obras. Además, tiene un proceso de trabajo que funciona como ‘reloj’.

Primero se sacan las suelas o plantas viejas, después se eligen las nuevas que le queden al modelo y a la talla. “Se compra al por mayor y tenemos en stock, así se agiliza todo”, explica José

José mete los zapatos en un congelador para que el pegamento funcione mejor.GUSTAVO GUAMAN

En su taller, ubicado en Carapungo, norte de Quito, se establecieron estaciones de trabajo en las que cada uno tiene una acción específica. Incluso los que lustran el calzado y colocan los cordones.  “Yo mismo les enseño, por eso es mejor contratarlos sin experiencia. Así se acoplan”, agrega.