Los pobladores de Urapamba, en la parroquia El Quinche, al noroeste de Quito, llevan dos años de haberse organizado nuevamente para defender su cancha, pues se encuentra en una disputa legal.

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El Municipio de Quito los respalda y les pide que no dejen de usar el espacio deportivo. El predio, en medio de haciendas privadas y plantaciones florícolas, empezó a usarse por los vecinos en 1995. Era un espacio abandonado y aparentemente sin dueño.

Ahí se armó la cancha gracias al trabajo de los moradores liderados por Damián Puente y Rosa Tiscama. El hombre recuerda que debieron limpiar el terreno y se empezó jugando sobre tierra. Años más tarde, él mismo plantó el césped del gramado y hasta hoy es quien se encarga, sin remuneración, de cuidarlo.

“Esto estaba abandonado, decían que había pertenecido al Ejército, pero después aparecieron otros supuestos dueños de todos estos predios, con documentos”, relata Diego Puente, hijo de Damián, quien ahora es dirigente de la liga.

Recuerda también que “en la época de Jamil Mahuad como alcalde, se ofreció la donación, pero las directivas no siguieron con el proceso”.

De la mano del abandono dirigencial hubo años en que no se realizó ningún torneo y la cancha empezó a usarse como escenario alterno de otra liga barrial, la de los vecinos de La Victoria, sin que los moradores de Urapamba terminen de involucrarse en la actividad deportiva. Tal fue el descuido que todavía no han podido afiliarse a ninguna de las organizaciones de deporte barrial que existen en la capital.

Esa realidad hizo que Diego, junto a sus padres y hermanos, se hiciera cargo de la liga. El sábado 22 de junio cerraron el campeonato apertura y fue motivo de orgullo para él contar que llevan dos años sin interrumpir la actividad y que ya preparan el inicio del próximo torneo para agosto.

“Me dicen que le meta ganas, vamos, busquemos auspicios, alguien que nos dé una mano. Queremos que este barrio se dé a conocer, porque, como ven, todavía nos falta obra en las calles, iluminación. Somos un poquito alejados, estamos olvidados”, analiza.

A la vez que agradece a sus vecinos que lo alientan a continuar liderando el proyecto, y a su madre, Rosa Tiscama, quien se hace cargo de los trámites con la Junta Parroquial de El Quinche para concretar la donación del terreno.

En la final del campeonato en Urapamba se enfrentaron Club Emaus ante La Roma, en un vibrante partido que coincidió en horario con el debut de Ecuador en la Copa América, sin que a los vecinos les importe la participación de la Tri.

La definición en su barrio llevaba sus propias emociones y el cotejo no decepcionó, con un 2-1 que se concretó en el tramo final en favor de La Roma, de la familia Simbaña.

El cuadro rojo abrió el marcador a los siete minutos, con un tiro libre de Santiago Santiana. Pero Club Emaus no bajó los brazos e insistió hasta lograr el empate en el minuto final del primer tiempo con una gran jugada de Darwin Cando.

Mientras los organizadores cruzaban los dedos para que no haya penales, pues caía el atardecer y cada vez se veía menos el balón en la cancha, llegó el gol del triunfo por parte de La Roma y la fiesta de los campeones.

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