Lo que comenzó como una escena viral se transformó en una historia inolvidable. Doménica Sophía Franco, la niña hincha de Barcelona SC que se hizo famosa en la primera fecha de la LigaPro tras ser captada llorando por el gol de Octavio Rivero en el 3-2 ante el Manta. 

El sábado 22 de febrero, Doménica llegó al estadio Monumental para ser parte de la celebración que el club organiza para sus socios para los cumpleañeros del mes. Lo que no imaginaba era que, horas después, se encontraría cara a cara con el responsable de su llanto en Manta: Octavio Rivero, el goleador amarillo.

TODO COMENZÓ EN MANTA 

Pero la sorpresa no terminó ahí. En medio de la emoción, el delantero uruguayo le dio un regalo inesperado: “Mañana saldrás conmigo como mascota”, le dijo. Y una vez más, la pequeña hincha no pudo contener las lágrimas.

El domingo 23 de febrero fue un día soñado. Doménica llegó temprano al Monumental, lista para vivir una experiencia única. Primero, tuvo la oportunidad de pisar el césped acompañada del presidente del club, Antonio Álvarez. El estadio que tantas veces había visto por televisión ahora estaba ante sus ojos, imponente. Su emoción era evidente.

Pero lo mejor estaba por venir. Tomada de la mano de Rivero, salió al campo junto con el equipo, mientras todo el país observaba la escena en televisión. Sin saber qué hacer, simplemente levantó las manos, disfrutando el momento.

A LA SUITE PRESIDENCIAL PARA EL PARTIDO

Las sorpresas continuaron. Aunque inicialmente le entregaron una camiseta con publicidad alterna, ella anhelaba portar la oficial. Barcelona le concedió su deseo: una camiseta con el dorsal 100 y su nombre grabado, un gesto que la llenó de orgullo. Tras vivir el protocolo previo al partido, atravesó el túnel por donde desfilan los jugadores y recorrió el estadio hasta llegar a la suite presidencial, donde admiró los trofeos recientes del club, incluyendo el de la LigaPro y la SuperLiga femenina.

El encuentro ante Mushuc Runa tuvo un desenlace perfecto. El gol de Janner Corozo fue el broche de oro para un fin de semana soñado. Doménica ya decidió: su camiseta con el número 100 será enmarcada como testimonio de un día que nunca olvidará.

Su historia es comentada por quienes la rodean. Con una sonrisa en el rostro y la pasión intacta, ella puede decir con certeza: "Barcelona, un amor para toda la vida".

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