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Lucas Sosa defendiendo a Barcelona ante América..EFE

¡Barcelona no es de América!

El equipo ídolo ahora va a Copa Sudamericana y seguir en LigaPro para volver a Libertadores 2023. 

Los penales fueron una mala palabra en Barcelona en los dos partidos ante el América Mineiro. Por los penales pudo haber sonreído si hubieran estado finos en Brasil y en Guayaquil; por estos quedó eliminado anoche de la Copa Libertadores.

En estos dos juegos definitorios el tiro desde los 11 pasos nunca estuvo de su lado. En el primer partido falló Carlos Garcés. Y lo mismo ocurrió anoche en el estadio Monumental, cuando Leonel Quiñónez no pudo convertir en la tanda de penales.

SIN GOLES

Los 180 minutos ante América Mineiro de Brasil dejaron en claro que el gol en Barcelona está de vacaciones. Se ha ido y nunca volvió en la Libertadores.

Y eso obligó a que se vayan a los penales. Aquí la historia fue diferente, Quiñónez no pudo anotar y América se fue de fiesta en el estadio que será sede de la final de la Copa Libertadores 2022. En la casa de Barcelona.

El Ídolo generó jugadas de gol desde el inicio, pero siempre faltó el remate final. Leonel Quiñónez, Emmanuel Martínez, Gonzalo Mastriani, Gabriel Cortez tuvieron la oportunidad de los goles, pero faltó meterla. Y ahí se perdieron los 3 millones de dólares que da Conmebol al que clasificó. Y ese fue América.

PENALES

La tanda del miedo fue así: Por Barcelona: Piñatares, Castillo, Martínez, anotaron, falló Leonel Quiñónez, y Díaz también convirtió.

Por América: Bautista, Maidana, Acevedo, Ramírez y Juninho, los brasileños ganaron 5-4 y se llevaron la clasificación desde el Monumental.

LA CAMISETA DEL PROFE

Jorge Célico desde que debutó en Barcelona ha usado la camiseta marrón, pero en Copa Libertadores le fue mal, no pudo seguir en competencia. Parece que solo funciona a nivel de LigaPro, donde le ha ido bien y ha ganado dos puntos.

Y ahora el premio consuelo de Barcelona es que va a Copa Sudamericana 2022, un torneo que tampoco lo ha ganado.

UNA FIESTA ANTES DE PENALES

El último partido de Libertadores para la hinchada de Barcelona fue el encuentro del reencuentro, sí, el de volverse a ver en el estadio, el de regresar en familia, el de estar feliz porque seguimos vivos.

Desde el 18 de enero del 2020, cuando se jugó la Noche Amarilla.

Y fue el reencuentro de los vendedores ambulantes, que hicieron un ‘martes loco’, un dinero extra para su casa, e inolvidable la venta de fundas de esas que se hacen los bolos y el hielo, para cuidar el celular, daban dos por 25 centavos.