Según la especialista consultada por EXTRA, la tendencia a estos videos también se debería a que las mujeres hetero y sexualmente activas saben cómo es la real interacción durante el sexo. La escena se convierte en menos violenta, más cercana y se busca la satisfacción mutua y no solo de un miembro, como se muestra en el contenido pornográfico. 
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Los videos para adultos heterosexuales llevan un patrón, como primera conducta es la felación y terminará en coito con posiciones en las que la mujer aparece en total sumisión, “la diferencia con el porno lésbico es que tiene un contexto con más de caricias, más besos y estimulación”, menciona Silvia Guevara, médica cuencana especializada en sexología.

¿Las mujeres que disfrutan del porno lésbico son bisexuales?
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Uno de los padres de los estudios sobre sexología, Alfred Kinsey, detalla en sus investigaciones que la sexualidad se encuentra en una línea: en un polo están quienes se sienten atraídos por el sexo opuesto y en el otro extremo los que preferían a personas de su mismo sexo. "Concluyeron que la mayoría se ubica cerca del centro de esta línea, lo que significa que no necesariamente somos bisexuales, pero mucha de las personas nos ponemos cerca del centro tendiendo a la heterosexualidad o la homosexualidad", comenta Cueva. 

Las especialistas concuerdan en que no es un factor, más bien es una cuestión de una fantasía sexual. “Ver un porno lésbico u homosexual, no significa que la mujer sea lesbiana o bisexual”, puntualiza Guevara. 

Según la médica, la sociedad tiene una mala concepción de cómo llegan los estímulos en los hombres y mujeres. Se suele pensar que ellos son "visuales", mientras que las chicas disfrutan de lo auditivo, “nosotros somos seres que respondemos a los sentidos”, acota Guevara.