Con su tierna sonrisa y el intenso brillo en sus ojos negros, Keyla Murillo, de 21 años, acudió al que sería su último control en el área de Oncología del Hospital de Niños Francisco de Icaza Bustamante.

Esta guapa joven que llegó procedente de Urdaneta, provincia de Los Ríos, es una de las pacientes que estuvo en tratamiento en dicha casa de salud y pudo superar el tumor por el cual ingresó en el 2015.

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Keyla llegó presentando un osteosarcoma, por el cual debió ser sometida a un intenso tratamiento y aunque perdió su pierna izquierda, tras las evaluaciones periódicas y con el apoyo del personal sanitario y de sus allegados, ella ha superado la dolencia. También ha terminado el bachillerato y anhela seguir una carrera universitaria. La enfermedad no le arrebató sus sueños.

Con ella y otros pacientes, médicos y autoridades del centro hospitalario infantil resaltaron cuán importante es hacer un diagnóstico lo más pronto posible sobre la duda o presencia de un cáncer, para “iniciar oportunamente el tratamiento”, explica Roberto Tomalá, director asistencial del Icaza Bustamante.

Además, con los seguimientos que se hacen a los niños que van a consulta externa se le pueda mejorar su condición de vida, se le puede hacer un seguimiento y al final tener noticias beneficiosas, explicó el directivo de la entidad de salud.

Pero, ¿cómo los padres pueden sospechar de alguna anomalía con sus hijos? La doctora Doris Calle Jara, oncóloga pediatra de la mencionada casa de salud, indica que “el cáncer en los niños no se puede prevenir, se lo tiene que diagnosticar y luego se lo tiene que tratar”, para lo cual los menores de edad deben estar en constante control.

La especialista cita que entre los signos y síntomas de alarma de posible cáncer infantil constan:

- dolor de cabeza

- anemia

- hinchazón

- fatiga, cansancio

- fiebre que se presenta por varios días

- ganglios inflamados (bolitas)

- manchas

- hematomas o los llamados moretones.

Ante estos indicios que se presenten en los niños, sin ninguna razón aparente, la madre, el papá o el cuidador debe llevarlo al médico.

Según la médica, también hay que considerar que los cánceres en los niños tienen un terreno genético, pero hay algunos como la retinoblastoma que puede tener una relación de antecedente familiar o la mutación de un gen.

“Hay varios síndromes genéticos que están en la parte clínica que hay que tomarlos en consideración, porque eso va a predisponer que los niños desarrollen cáncer y, por eso, deben realizarse los controles”, detalla Calle.

Son los pediatras los llamados a dar alerta cuando sospechen de un síndrome que está relacionado con cáncer para poder detectar el tumor a tiempo. (IC)

Equipo. Además del oncólogo pediatra, en la atención a los pacientes interviene un equipo multidisciplinario con varias especialidades, desde endocrinólogo hasta psicólogo, porque se les debe hacer seguimiento por las secuelas.

Edad y género. El cáncer infantil no se presenta en una edad determinada, ni tampoco por género. Niños de meses de nacidos, infantes, escolares, constan como pacientes que han presentado esta patología.

Cuidados. Los pacientes con cáncer son vulnerables porque se les afecta el sistema inmunológico y quedan expuestos a tener una infección.

Leucemia. El tipo de cáncer más detectado en la mayoría de los diagnosticados es la leucemia, que afecta a las células sanguíneas. 

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