L os pesebres en miniaturas se han convertido en una opción de decoración navideña, ya que no necesitan de mucho espacio, recursos ni tiempo para armarlos.

Mónica Molina, quien tiene su local de artesanías, desde hace 15 años en el Mercado Artesanal de Ambato, expone en dos vitrinas de vidrio sus creaciones en miniatura. Hay pesebres elaborados dentro de una cáscara de huevo de codorniz, nueces y otras más grandes que son fabricados sobre una base pequeña de madera. En cada docena se tarda hasta dos semanas.

Es un trabajo de mucha paciencia y habilidad, aseguró. Debe colocar la resina sobre las cáscaras, llevar a secar las masas y después darle la forma a cada elemento que va dentro del nacimiento. Los precios están desde los 3 dólares y es una opción variada para los regalos o decorar en las oficinas o en viviendas con espacios pequeños, dijo la artesana.

Color al reciclaje

Myriam Rojas, quien hace once años empezó con la venta de estas novedades, resaltó que otra de las ventajas en utilizar las pequeñas decoraciones es porque se las elabora con objetos reciclados como la madera, cartón, cáscaras de frutas y otros objetos que en lugar de lanzarlos a la basura les dan una segunda oportunidad.

En su vitrina está la representación de la Sagrada Familia dentro de la cáscara de coco y otros nacimientos con figuras indígenas. De esta manera, asegura, ayuda al medio ambiente.

También hay opciones para quienes deseen llevar el pesebre a todo lado. En este caso, el ingenio de los artesanos los ha llevado a plasmar la representación del nacimiento dentro de una cajita que cabe en el bolsillo y se puede abrir y cerrar sin problema alguno.