En las vacaciones también se refuerza lo que se aprendió en las aulas estudiantiles. Generalmente esa es la recomendación que dan los maestros el día de la clausura del año escolar. Así comprometen a los padres a trabajar en casa con dinámicas y estrategias diferentes, sin libros.

“El fin es que el niño no se desconecte en su totalidad de los estudios. El descanso es importante, pero en su rutina cotidiana debe incluir actividades con números, letras, colores, figuras... Dependiendo de la edad se asigna una misión. Por ejemplo, a un pequeño de nueve años le puedes enviar a la tienda y te debe traer bien el cambio (vuelto)”, dice Elizabeth Ramírez, máster en Educación. Si no le asignas oficios, podrían presentarse inconvenientes en el siguiente curso.

Toma nota de estas tareas:

Sumar, restar, multiplicar y dividir en el supermercado

Es el sitio ideal para practicar matemáticas. Dale un presupuesto y que elija los productos que necesitan en casa. Fíjate que le den bien el vuelto.

La hora del postre

Preparar un dulce casero es fácil. Busca una receta sencilla y deja que tu hijo participe en ese proceso.

En la playa

Pueden buscar conchas, caracoles y más... Luego permíteles que usen su creatividad y que las pinten. Esta actividad garantiza un momento de diversión.

Colaborar con las tareas de casa

Darles responsabilidades es parte del aprendizaje. En función de su edad puedes asignarles tareas para que cada vez sean más independientes.