La suite presidencial del hotel Wyndham la acogió tal cual el título que ostenta: como la nueva reina de Guayaquil. El equipo de DOMINGUERO llegó muy temprano para mantener un encuentro con la flamante soberana del Bicentenario de la urbe porteña, frente a un nutritivo desayuno. Dejó claro que en esa oferta gastronómica hacía falta el bolón, uno de sus platillos preferidos. Las risas y las anécdotas de esa mañana inolvidable primaron en todo momento.

Navila Dieb tiene 23 años. Es espontánea, y a pesar de ser fanática de los certámenes de belleza no tiene poses de miss. Rompe el estereotipo. Habla con naturalidad. Por momentos hay que hacerle otra pregunta porque se va “de largo”. Llegó sin maquillaje y saludó a todas las personas que se cruzaron en su camino.

Hasta el cierre de esta edición habían pasado dos días de haber ganado la corona y su emoción le salía hasta por los poros. Confesó que el domingo pasado se desconectó de su celular y para salir al escenario se tomó un shot de tequila. “No consumo licor, no me gusta, pero en esta ocasión me ayudó a controlar los nervios; la competencia estaba difícil”, dijo. Resaltó que cualquiera de sus nueve compañeras estaban aptas para obtener el título.

La egresada en comunicación social con mención en relaciones públicas viene de una familia de reinas. Dos de sus tías y una prima compitieron por la corona del Miss Ecuador y para saber más de ella empezamos con el interrogatorio...

¿Quién es Navila Dieb?

Una chica independiente que lucha por sus sueños. Fui modelo de algunas marcas, un trabajo que me permitió alquilar un departamento.

¿Cuánto pesa la corona?

La responsabilidad es la que pesa. La corona me recuerda la sonrisa de cada una de las integrantes de mi proyecto, son como mis hijas y por quienes debo seguir trabajando.

¿Qué se siente ser la mujer más bella de Guayaquil?

No soy la mujer más bella, soy la más feliz. Nunca había disfrutado tanto de un triunfo. Esto lo viviré una sola vez en mi vida.

¿Y si no ganabas?

Me volvía a meter el próximo año.

Tu manera de ser muy espontánea, podría meterte en compromisos... Nunca una reina había confesado que tomó licor para salir al escenario en la noche final...

Esto es un proceso, de la noche a la mañana me convertí en una chica mediática, mis seguidores en las redes sociales se multiplicaron; no quiero perder mi esencia, tal vez debo aprender a ser más prudente. En mis primeras entrevistas me estoy mostrando tal cual. No soy loca, la palabra es extrovertida.

¿Te incomodan las entrevistas?

¡No, las entrevistas me llenan el alma!

¿De qué te cuesta hablar?

Pensé que no me afectaría, pero es una realidad: la separación de mis padres, no me gusta hablar de eso. A los dos los amo. Son mi vida. Gracias a ellos soy quien soy.

¿La nueva reina de Guayaquil tiene cirugías estéticas?

Sí, me retoqué la nariz y si hablamos de cirugías me sacaron la apéndice.

Eres una actriz completa en Tik Tok. el papel de quién te gustaría hacer, ¿el de Soraya Montenegro o de María la del Barrio?

Me quedo con el de María la del Barrio, por ser la buena de la telenovela.

Si estuvieras adelante de un grupo de personas que no están a favor de los reinados, ¿qué les dirías?

Los invito a conocer el proceso. Antes de ser candidata oficial fui voluntaria y junto a mis compañeras trabajamos por cambiar la vida a 120 mujeres, ahora son emprendedoras.