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La clave del éxito es la comunicación.pixabay

¿Nace el bebé y muere el amor de pareja?

El cansancio, las nuevas responsabilidades, y la falta de tiempo para ti misma y para tu pareja pueden poner a prueba tu relación

Después del parto se viene una época de dormir poco, cambios hormonales en la mujer; en definitiva, de aprender a convertirse en madres y padres. Pero para no perder la calma es importante impulsar la comunicación de la pareja durante este periodo y comprender que la llegada de un hijo puede compararse con un cambio de casa que al principio todo está en desorden y con el tiempo, todo acaba encontrando su lugar. 

La psicóloga Cassandra Hidalgo dice que, aunque no son mayoría, muchos esposos no superan esta etapa y acaban por separarse. La pareja debe entender que eso no siempre será así. "La situación es transitoria, complicada al principio, pero poco a poco se normalizará", concluyó la experta. Pero ¿cómo conseguir que resurja la pasión? Ten en cuenta los siguientes consejos.

  • Toma la iniciativa
 Puede que todavía no hayas recuperado la silueta. El momento de la intimidad te resulta más difícil de afrontar. Es bueno mantener una cierta confianza física compuesta de pequeños gestos todos los días. Por ejemplo, te puedes sentar en el baño con él cuando se afeita, o procurar que él esté presente cuando te vistes. El hecho de vivir juntos estas acciones es, en cierto modo, como construir los preliminares sexuales. Así, se recupera la intimidad dentro de un contexto ligeramente erótico. 

Un trato cordial está en tus manos. Confía en él La experiencia de la maternidad resulta tan satisfactoria y absorbente que llega a excluir a la pareja. No obstante, debes procurar no caer en esta trampa: hay que intentar que el papá no se sienta cohibido. Asígnale actividades que por amor a su pequeño no le costará aprender.

Otras actividades 

 Haz una cita en casa. No es indispensable tener una niñera para que disfrutes la compañía de tu pareja. Una vez que hayas acostado al bebé, aprovecha la ocasión. No caigas en la tentación de tirarte a la cama o dedicarte a terminar alguna tarea. Mejor siéntate un ratito con tu pareja. Esos ratos de atención exclusiva que se dediquen mutuamente, aunque solo duren diez minutos, son muy importantes.