El matrimonio en estos tiempos está relacionado con la felicidad individual. Hay expectativas muy altas de una relación exitosa. Por ello, la psicóloga Daniela Terán recomienda hacer un análisis de la unión conyugal. “Puede llegar un momento en el que digas: ‘quiero cambiar esto de mi pareja’, ‘esto no me gusta’, ‘no nos entendemos’... Y la clave es hablar con amor. Hay que expresar las emociones y luego de aquello plantear objetivos. Armar actividades y regalarse momentos juntos es un pequeño ‘reinicio’ del matrimonio”, dice la especialista.

La falta de dinero, la infidelidad y los problemas del pasado sin resolver generan estrés. En esta nota te dejamos los casos más comunes. Si te identificas con alguno, empieza a trabajar para buscar soluciones. Y si sientes que la situación se te está escapando de las manos, busca a un profesional. Cuida tu salud mental y la de tus hijos, pues no merecen vivir en medio de discrepancias.

Y si deciden separarse, adopten la estrategia de los famosos: redacten una carta y expliquen en pocas palabras que fue una decisión complicada y que no están en su mejor momento.

Las tareas del hogar

Se complica cuando ambos trabajan. El cansancio es inevitable y se puede dejar más tarea para el otro. ¿Cómo solucionarlo? El diálogo es la clave. Di lo que no te gusta, así pueden llegar a acuerdos. Por ejemplo, si uno cocinó, que el otro lave los platos.

Los hijos

Cuando no existe la colaboración de uno de los padres, la labor de criarlos se complica. También surgen problemas por la crianza, cuando se viene de diferentes modelos de hogares.

Eso genera tensiones en la pareja.

Querer cambiar al otro

Si te flechó por su manera de ser, ¿por qué quieres cambiarlo? Recuerda que toda conducta es parte de una personalidad. Debes amar a tu pareja tal y como es...

Los celos

El enemigo de toda relación. Los celos enfermizos pueden incluso llegar a destruir el amor de

pareja.

Se terminaron los detalles y las atenciones

Las discusiones cotidianas hacen que el romanticismo se pierda. La dinámica para que funcione es hacer lo mismo que quieres que hagan por ti. Así todo fluye.