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Buena Vida
¿Cómo manejo la ira de mi hijo?
En un momento de enojo los niños pueden gritar, romper cosas, pegar, entre otras acciones negativas.
El enojo es normal. Es parte del ser humano. Los niños tampoco se salvan de este sentimiento de negación y como padres deben ayudar a canalizarlo.
La psicóloga Paola Córdova asegura que cuando la ira se presenta con frecuencia se podría relacionar como una enfermedad mental (depresión, conducta, aprendizaje o autismo).
Hay señales de alerta y por las que debes buscar un profesional. Por ejemplo, cuando las rabietas son a partir de los 6 años, y el pequeño pierde el control o cuando el niño no puede controlar su rabia.
Para llevar el control de este mal momento debes armarte de paciencia y tener mucha empatía para poderlos ayudar a salir de su crisis. Ignora su comportamiento, habla cuando esté calmado. Por si no lo sabías hacerlo entrar en razón en medio de un enojo será complicado. Para finalizar, debes estar al tanto de las situaciones que lo sacan de casillas.
- 5 frases que te ayudarán a calmarlo
- ”Está bien enojarse. Es parte de las emociones”. Dile que siempre estarás para apoyarlo.
- ”Veo que estás molesto”. Ponle un nombre a las emociones para que aprenda a identificarlas.
- “Estoy aquí contigo”. Los niños actúan mal cuando se sienten solos o algo les preocupa.
- ”¿Te puedo ayudar en algo?”. Permítele que tenga la capacidad de aceptar o negar la ayuda. Debe hacerse responsable de sus actos.
Maneras de controlarlo
- Fíjate en las señales corporales. No debes permitir que llegue a los niveles de explosión, cuando cambia el ritmo de la respiración pídele hacer algún ejercicio que lo ayude a calmarse.
- Realiza actividades con movimiento. La adrenalina del enojo se va de manera natural por la orina o el sudor, así que ponlo a bailar o a correr.
¿Qué dice la experta?
“La ira no es una emoción fácil de manejar para los niños, hay que enseñarles a canalizar, ya que esta se puede presentar por sueño, cansancio o tristeza, y la única manera de expresarse es por medio del llanto y de los gritos. Debes aprender a conversar con tu hijo, no te enojes, la violencia genera violencia. El encierro también les afecta. El niño no está para ir a un mall, pero sí para visitar a los abuelos o a algún familiar cercano, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias (por la COVID-19). Si antes salían unas dos horas al parque ahora deben hacerlo por unos 20 minutos”.
Paola Córdova, psicóloga clínica, especializada en Argentina.