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Manabí: ¡Colgó la sotana... por la política!
El padre Richard García dejó el sacerdocio que desempeñó por 27 años para ir tras la Alcaldía de Tosagua. Dice que es otro llamado, el de la gente.
Transcurrieron tres años e incontables oraciones para que el padre Richard Eduardo García Loor tomará una importante decisión en su vida: dejar el sacerdocio por abrirse camino en la política e ir en búsqueda de la Alcaldía de Tosagua, cantón de la provincia de Manabí.
Luego de 27 años de oficiar misas y propagar la Palabra de Dios decidió colgar la sotana. “No fue a lo loco, se tuvo que ver pros y contras. Pero se debe aclarar que no he dejado la iglesia, porque a ella pertenecemos desde que somos bautizados”, expresa el aspirante a burgomaestre.
Su madre, quien falleció en noviembre del 2020, jugó un papel preponderante en su elección. Durante sus últimos días, ella le aconsejó; “usted quiso ser sacerdote y servidor, si cree que es lo mejor, consúltelo con quien le permitió estar aquí y haga lo que Dios le diga”, le exhortó.
Otro llamado
García afirma que la ‘voz del pueblo es la voz de Dios’ y su postura de ir por la Alcaldía ha sido un llamado desde la tierra al cielo por parte de los ciudadanos, quienes ven muchas necesidades y, sobre todo, en tiempos de pandemia se sintieron desamparados por las autoridades.
“La vocación de servir la mantenemos. Hemos servido desde la iglesia a nuestro pueblo”.
Señalado
Una vez que dejó de ser clérigo ha recibido críticas constructivas y señalamientos. Hay quienes le han dicho que lo volverán a recibir como sacerdote y no como político; otros creen que Tosagua ha perdido a un religioso, pero ganará a un alcalde.
El padre, desde enero del presente año, dejó oficialmente el sacerdocio. Ahora recorre los diferentes sectores de su cantón dialogando con los futuros votantes, compartiendo sus ideas, acompañando eventos deportivos, inauguraciones de sedes, entre otras.
En su acercamiento con la ‘pípol’ reconoce que existe, lamentablemente, un concepto negativo hacia la clase política.
“Es un reto, la gente no cree en el político. Dicen: ‘todos mienten, engañan’. Debemos cambiar ese concepto, la política es el arte de servir, es parte de la hermosa creación, junto a la lógica, a la ética, al buen servicio”.
No satanizar a la política
El hombre, de 54 años, rechaza rotundamente la idea de que ‘dejó a Dios para irse con el diablo’, pues cree que no se puede satanizar a la política.
“Venga y haga la prueba, caminemos juntos, tenemos la posibilidad de servir, todos por naturaleza somos políticos, es real que hay algunos que no son transparentes y se han aprovechado de la inocencia de la gente. Tenemos que cambiar para que haya confianza”.
García es optimista, considera que su mensaje va calando en los habitantes de Tosagua; y quiere gente nueva que vaya a servir y no a servirse. “Si el pueblo no aprovecha vamos a seguir como siempre”.
Vestido de blanco y naranja camina cobijado políticamente por el movimiento Centro Democrático, lista 1. Su lema es ‘Te queremos grande, Tosagua’.
La llegada a esta línea política, como al igual que todas sus decisiones, asegura, ha sido meditada y respaldada por Dios, su madre que lo guía y amigos.
¿Y si no llega?...
De no llegar a conseguir la Alcaldía, García revela que no volverá al ejercicio del sacerdocio de inmediato. “A Diosito no le gustan los fracasos, la iglesia no premia a los fracasados, nos dedicaremos al servicio social”, dijo.
El hecho de haber dejado el sacerdocio, según García, no quita la posibilidad de retomarlo en algún momento. Explica que depende de algunos factores, de cómo sea su testimonio, que quien aspire a regresar no haya cometido alguna falta canónica.
Él fue monaguillo desde temprana edad. Sostiene que adquirió el don de servir.
A los 21 años, queriendo seguir esa línea de servicio a los demás, acudió al Seminario de Ibarra, luego estudió en Roma y a su regreso, con 27 años, empezó su vida de sacerdote en el cantón Paján, sur de Manabí. Asimismo, fue párroco en Jaramijó.
“Donde estuvimos dejamos huellas, en Guale y Lazcano dejamos el proyecto de construcción de una iglesia; en Jaramijó creamos un colegio a distancia y en Pío Noveno de Portoviejo hicimos obra social”.