Imaginémonos a Pepito en un local comercial dispuesto a hacer una compra, pero no sabe si usar el dinero en efectivo que ahorró durante un año o si ‘darle vuelta’ a su tarjeta de crédito. Hay ventajas y desventajas por ambos lados, pero este mismo dilema lo atraviesa la mayoría de personas económicamente activas; sin embargo, expertos consultados por EXTRA te conducirán al mejor escenario para realizar una buena compra.

En primera instancia, Michelle Orellana Feijoó, máster en Negocios Internacionales y dueña de la marca BYMAOF, menciona que cuando una persona va a comprar a crédito debe tener en cuenta que “siempre es más costoso el valor final por los intereses”. “Por eso debes saber o preguntar cuánto será el valor final que pagarás, ya que las cuotas mensuales pueden escucharse de bajo valor, pero al final lo que importa es el total”, refiere Orellana.

Además, remarca que los compradores deben tener en cuenta que utilizamos el crédito para adquisiciones que ya tienen planeadas hacer. “Compramos a crédito cuando tenemos claro cuál es la cantidad de dinero que ingresa mensualmente a nuestro bolsillo y para poderte autofinanciar con los gastos mensuales, ya sea del hogar, estudios o diversión”, explica la entendida.

Por otra parte, su colega Cristhian Sánchez Salinas resalta que primero uno tiene que saber cuál es el proyecto y por qué voy a comprar. Dependiendo del tipo se debe esclarecer qué método de pago conviene más. “Debemos ser financieramente responsables. Uno utiliza la tarjeta de crédito cuando son proyectos y sabe que se van a pagar solos. En cambio, para las cosas banales es mejor a contado porque te libras de las deudas”, dice el ingeniero en Comercio y Finanzas internacionales.

Incluso, como regla general, la experta en finanzas indica que resulta más conveniente pagar al contado porque así evitas los elevados intereses de las tarjetas de crédito y más aún cuando no eres de las personas que llevan un control sobre estas. 

Sánchez y Orellana coinciden en que a crédito es conveniente cuando compras un bien necesario y que sea de altos rubros. "Por ejemplo, un carro, una casa, maquinaria para tu proyecto o los insumos. Esto representaría tu inversión inicial y tienes claro cuánto es el valor mensual que deberás tener para cubrir este pago que obtuviste a crédito", indica Orellana.

"Si vas a comprar un activo es mejor hacerlo a crédito porque el mismo objeto se va pagando por sí mismo.  Pero si es un proceso médico y no tienes el dinero en efectivo, es mejor pagarlo a crédito porque con la salud no se juega; esto ya sería de acuerdo a la percepción de cada uno", ejemplifica Sánchez.

¿De qué depende comprar de las dos maneras?

"De tu presupuesto mensual", dice 'de una' la profesional, y adiciona que también estará regido del dinero en efectivo que manejes en ese momento, de tus necesidades y de las tasas de interés que se generan al pagar a crédito. 

"Antes de comprar tienes que cuestionarte si realmente necesitas el producto; luego haces una autoevaluación de tus finanzas para que así -a futuro- las mismas no sean afectadas", recomienda.

Así que, si estás indeciso -como Pepito- en cuál es la mejor forma de comprar, lo más conveniente es pensar mejor si el producto que voy a adquirir es necesario o simplemente una capricho que me quiero dar.