La predilección por los sabores inicia antes del nacimiento de un bebé. Sí, desde el útero se pueden disfrutar los diferentes sabores, por medio del líquido amniótico; y una vez nacida la criatura, esta los sigue percibiendo desde la leche materna, indica la psicóloga clínica y perinatal, Eliana Rodríguez. “El bebé conoce y reconoce los sabores. Lo mismo pasa con los sonidos, los aprenden desde el vientre y los identifican cuando nace”, señala la experta.

Pero ojo, esta preferencia no está establecida por lo que comió la mamá, sin embargo hay estudios que dan pequeñas pistas de cómo es tu personalidad.

La sal y sus ambiciones

Si eres de los que consumes más alimentos salados, es posible que seas ambicioso y que tengas grandes metas. Una investigación desarrollada por la Universidad Estatal de Pensilvania concluyó que estas personas por lo general tienen sobrecarga laboral, pues apuntan muy alto respecto a sus objetivos de trabajo.

Es más, uno de cada cuatro deportistas de élite posee las papilas gustativas más desarrolladas que el promedio y tienden a la comida de sal. No son muy fans de lo dulce y son sensibles a los ingredientes amargos o picantes.

La bondad de lo dulce

A veces te sorprendes al escuchar que alguien te dice que prefiere mil veces el postre a cualquier otro platillo que le ofrezcan en el almuerzo o la cena. Estas personas suelen ser tal como lo que disfrutan… muy dulces, asimismo son amables y bondadosas, así lo manifestó un estudio del Gettysburg College.

La North Dakota State University también hizo sus análisis y estos revelaron que estas personas se inclinan a la compasión y son muy amigables.

La aventura del picante

Hay quienes no conciben sus comidas sin el picante, por eso recurren por lo general a condimentar todos o casi todos sus alimentos con ají. Según la Universidad de Pensilvania ellos serían muy aventureros, que aman las emociones fuertes e intensas, no les gusta la monotonía y la adrenalina es su mejor compañía. Los expertos que desarrollaron el estudio dicen que quienes prefieren la comida picante por sobre el resto… le gustan los elogios, no les disgusta ser el centro de atención. 

Amargura e insensibilidad

Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Innsbruck (Austria) sostiene que quienes gustan por los sabores amargos como el café negro son de personalidad narcisista, maquiavélica, manipuladora, insensible y de rasgos antisociales.