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Despidos: qué hacer para evitar que un cese laboral te bajonee
Los expertos califican la pérdida de un trabajo como uno de los eventos más estresantes en la vida de las personas
La mayoría de los trabajadores nos hemos levantado un día con todas las ganas de ‘comernos’ al mundo; pero todo se desmorona cuando el supervisor pide vernos en su oficina de inmediato. Quizás los pensamientos –más negativos- son: ¿Qué hice mal? ¿Por qué a mí? o ¡me botaron de la empresa! Y uno, suplicando que no fuera la tercera opción, toma las cosas con calma. Pero de repente te dicen: "La gerencia decidió que no eres adecuado para el trabajo". ¡Golpe bajo, verdad!
Los expertos califican la pérdida de un trabajo como uno de los eventos más estresantes en la vida de los seres humanos especialmente activos. Entre las preocupaciones financieras, el daño a la autoestima y la vergüenza de tener que repetir los detalles a sus seres queridos y posibles futuros empleadores, la experiencia puede dejar una secuela bastante traumática. Incluso, el estrés del desempleo puede afectar seriamente tu bienestar en cualquier circunstancia. Pero durante la pandemia de coronavirus, tus niveles de hastío y estrés pueden ser incluso más altos de lo habitual.
Priorizar la salud mental
Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer para lidiar con el estrés de una manera saludable si has perdido el 'camello'. Manejar la angustia y tomar medidas positivas pueden ayudarte a mantener tu salud mental durante esta crisis.
Echemos un vistazo a algunos de los sentimientos que las personas encuentran a menudo después de ser despedidas y qué acciones pueden ayudar psicológicamente para encontrar un nuevo empleo.
Las emociones…
Dado que la terminación de un trabajo implica la pérdida de algo valioso, el duelo y la tristeza ocurren con frecuencia. La intensidad de tales sentimientos varía según la persona.
"El dolor puede ser una respuesta muy real", menciona Betty Soria Peñafiel, psicóloga clínica del centro Lazos. "La profundidad del dolor y cómo se desarrolla va de acuerdo a la dependencia del individuo en su entorno laboral para su sentido de valía, así como para sus necesidades sociales. Si el trabajo es toda su vida, puede ser devastador", comenta la especialista.
A pesar del torbellino de emociones, mantenerse profesional durante este tiempo, indica, es fundamental, ya que el comportamiento precipitado podría tener consecuencias desfavorables en el futuro.
"No hay que despotricar lo que nos pasó en las redes sociales", advierte el comunicador Cristian Galán, coach ejecutivo y de equipos de empresas nacionales y multinacionales.
"No eches a tu antiguo empleador o jefe debajo del autobús. Siempre toma el camino correcto, especialmente en público. Y ten una visión a largo plazo: pregúntate si las acciones que estás tomando ahora serán beneficiosas en el futuro, o si esto podría volver a morderte", indica.
El vínculo entre el desempleo y la salud mental
Según la Organización Mundial de la Salud, el desempleo se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, suicidio, abuso de sustancias y violencia.
Aquí hay varias razones por las que no tener un trabajo puede afectar seriamente tu bienestar psicológico:
- Dificultad para pagar las necesidades básicas: Los ingresos reducidos dificultan la compra de alimentos y el pago de la vivienda. El estrés asociado dificulta la salud mental.
- Falta de propósito: No contribuir a la sociedad y no traer a casa ningún ingreso para mantener a la familia puede hacer que algunas personas sientan que sus vidas carecen de significado y propósito.
- Interacción social reducida: No tener un trabajo puede significar menos interacción social, lo que afecta directamente el estado de ánimo y el bienestar.
- Menos recursos disponibles para mantener la salud mental: Cuando tu tiempo y energía deben dedicarse a administrar tu vida, te quedan menos recursos para dedicar a comportamientos que promueven una buena salud mental.
- Las habilidades de afrontamiento poco saludables pueden ser más tentadoras: Si bien algunas personas pueden responder al desempleo recortando cosas que cuestan más, otras recurren a habilidades de afrontamiento poco saludables como las drogas y el alcohol, que pueden afectar la salud.
¡Hay que asimilar la noticia!
Según los entendidos consultados por EXTRA, las personas que son despedidas a veces tienden a irse a los extremos. Por ejemplo, pueden lanzarse de todo corazón a una nueva búsqueda de empleo en un esfuerzo por olvidar lo sucedido, aliviar las preocupaciones monetarias y demostrar su valía para ellos mismos y para los demás.
“Hay que tomarse unos días para recuperar el aliento y luego comenzar a considerar el futuro”, recomienda Soria. "Adopte la posición de un observador", sugiere.
"¿Qué le dirías a un amigo que está pasando por lo mismo? Probablemente te compadecerías por un breve período y luego lo ayudarías a seguir adelante", señala.
¿Qué hacer?
Incluso si te sientes responsable de lo que sucedió, castigarte a ti mismo –considera Galán- no te llevará a la mentalidad necesaria para el progreso psicológico y un futuro esperanzador. Más bien, recomienda realizar una evaluación cuidadosa para que pueda pasar a los siguientes pasos.
"Este es un momento para aprender a ser resiliente, a ser honesto con uno mismo de una manera amable, amorosa y autocompasiva", subraya el experto, pero si el progreso por su cuenta resulta difícil, insta a buscar ayuda externa.
Además, para sobrellevar este bajón, los profesionales afirman que el ejercicio libera la tensión y aumenta el bienestar general. También el trabajo voluntario puede ayudar a mejorar los sentimientos de inutilidad al ayudar a otros.
“Participa y pasa tiempo con personas positivas. Las buenas vibraciones que crean estas actividades generarán energía para continuar con el próximo capítulo emocionante de su vida profesional”, finaliza Soria.
MILLONES DE EMPLEOS PERDIDOS
Acorde a la Organización Internacional del Trabajo, en la primera mitad de 2020 se perdieron el equivalente a 400 millones de empleos a tiempo completo debido a la crisis del COVID-19, y se registró una caída del 14% en las horas de trabajo a nivel mundial,
Y en Ecuador, unas 598.506 personas perdieron sus trabajos por causa de la pandemia, según el Ministerio de trabajo.