¿Alguien podría aguantar 71 años sin nada de ‘cuchi cuchi’? Pues Callitxe Nzamwita, oriundo de Ruanda sí. Este hombre se armó su ‘fortaleza’ con una pared con palos y sogas de 15 pies de altura para mantener a las mujeres fuera de su vista como una forma de atrincherarse y alejarse del público por 55 años.

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“Me encerré aquí dentro y tengo una cerca alrededor de mi casa porque quiero asegurarme de que las mujeres no se acerquen a mí”, relató el hombre a medios locales. “Aunque teme a las mujeres, somos nosotros quienes le ayudamos a conseguir comida y algunas cosas que necesita”, mencionó un vecino del aislado.

Nzamwita ha realizado todos los esfuerzos posibles para evitar el contacto con mujeres, por lo convirtió su residencia en una ‘cajita de fósforo’. Esto significa que debió adaptar cada aspecto de su vida en una sola habitación, como se menciona en un breve documental producido por el editor ruandés Afrimax English.

Sin embargo, según la ciencia, lo que padecería el ruandés sería ginefobia, temor irracional y abrumador hacia las mujeres. Este puede estar acompañado de ansiedad que puede surgir simplemente al pensar en ellas. Opresión en el pecho, sudoración excesiva, latidos cardíacos acelerados y dificultad para respirar suelen ser los síntomas de esta fobia.

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