Los métodos tradicionales para la educación de los hijos están siendo cuestionados. La crianza respetuosa y la disciplina positiva, respaldadas por expertos en salud mental, ofrecen una forma más saludable de guiar a los niños, con una mejor autopercepción y un mejor manejo emocional a corto y largo plazo.

¿Qué es la crianza respetuosa?

Parte del concepto de que los niños son seres humanos íntegros desde su nacimiento y se los reconoce como individuos con emociones, deseos y necesidades propias.

El psicólogo Miguel Flores, activista por los derechos infantiles y defensor de la crianza respetuosa, quien cuenta con experiencia en terapia infantil, intervención temprana y niños con dificultades en su desarrollo, explica que este enfoque de educación en el hogar centra su filosofía en base a los valores del amor y la empatía.

“Implica establecer una dinámica horizontal entre padres e hijos, cultivando en ellos el respeto como el pilar fundamental de su relación y de todas sus interacciones”, afirma.

Cuando se percibe peligro o maltrato por parte de un padre, el cerebro primitivo activa respuestas automáticas de lucha o huida, desencadenando emociones intensas como el miedo, la ansiedad o la ira, liberando hormonas del estrés que afectan las respuestas emocionales y conductuales.

“Con el tiempo, los niños criados bajo conductas rígidas, autoritarias o violentas, crecen en un estado constante de alerta hacia el mundo. En cambio, aquellos criados con un enfoque de confianza y respeto tienen más libertad y una comprensión más profunda de sus emociones”, explica el experto.

Un niño que crece en un entorno seguro, lleno de amor y respeto tiende a desarrollarse de manera saludable en diversos aspectos. Desarrolla una autoestima positiva y confianza en sí mismo, adquiere habilidades sociales sólidas al relacionarse de manera respetuosa y empática, y aprende a manejar sus emociones de manera efectiva.

¿Cómo establecer límites claros de manera respetuosa?

Es importante mantener la calma y el control emocional, ofrecer opciones cuando sea posible y aplicar consecuencias lógicas y consistentes. El padre debe ofrecerle opciones dentro de los límites establecidos, explicando por qué son importantes, manteniendo la firmeza.

Uno de los mayores mitos y temores de los padres es pensar que la crianza respetuosa implica que los niños pierdan el respeto hacia sus padres o que los niños estén por encima de ellos. Sin embargo, esta no es la premisa.

“Es importante entender que la relación entre padres e hijos no se trata de superioridad o inferioridad. Los padres son guías y deben ejercer autoridad, pero en una dinámica de igualdad y respeto, tratando a los niños con la misma consideración que se trata a los adultos”, concluye el especialista.

Para convertirte en un padre que críe de manera respetuosa, es crucial trabajar en diversos aspectos personales. Esto implica desarrollar la autoconciencia emocional para reconocer y manejar tus propias emociones, así como practicar la paciencia y la empatía para comprender las necesidades y sentimientos de tus hijos.

El cambio empieza en el hogar

La Fundación JUCONI-México encuestó a más de 35.000 padres y cuidadores sobre la crianza. Aunque el 85% rechaza el castigo corporal, el 52.2% aún aprueba las nalgadas para corregir el comportamiento de los niños. Los expertos en salud mental y desarrollo infantil hacen un llamado a la sociedad para implementar la disciplina positiva, que considera las necesidades de las niñas y los niños y que deviene en una sociedad más sana emocionalmente.

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